Pórtico

Barrer

¿Alcanzarán las penas para los pesares?

Por Ramón Muñoz de Loza.- Ya pasó la fiesta.

Ya podemos, todos los tepatitlenses disfrutar de nuevo la tranquilidad de las noches de mayo, luego de las trasnochadas (por gusto propio o por gusto del vecino) abrileñas de la feria.

Según las cifras extraoficiales que nos compartió Pepe Ramírez, coordinador general de la Feriabril, habrían entrado al Núcleo de la Feria, ahora llamado Parque del Bicentenario, durante todo el periodo ferial, unas 120 mil personas.

De ahí que, si nos metemos a jugar con los números, con las cifras y le echamos especulación, pues podremos advertir que luego de años de pérdidas económicas por la fiesta anual de la ciudad, éste será un año particular donde prácticamente se barrerá el dinero de las utilidades.

Habrá que ver cuánto costaron las bandas y grupos que participaron en los cuatro eventos masivos que la gente –por cierto- disfrutó por unos pesitos.

De ahí habrá qué sumarle los patrocinios, las ventas de bebidas, las ventas de cerveza, los puestos comerciales y de comida que se apostaron en los limpios pasillos que dispusieron en la otrora explanada de la Feria.

El palenque se cuece aparte. Ese tema no entra ni debe entrar en las cifras de la autoridad porque son particulares los que se la siguen rifando para atraer gente y correr sus propios riesgos con los espectáculos.

Pasando esta semana se supone que deben las autoridades dar a conocer los resultados económicos de la Feriabril.

Los resultados sociales ya los conocemos: la gente gozó la fiesta en grande. El teatro del pueblo fue un exitazo, al igual que el programa cultural, los arrancones, los eventos deportivos. De eso no hay mucho qué hablar y las autoridades pues sólo pueden sonreir por la presencia de miles de personas en esos eventos.

Lo que cada año llama la atención es saber cuánto le costó al pueblo, vía el Ayuntamiento, organizar la Feriabril. Como este año, a pesar de los seis regidores panistas, el Ayuntamiento firmó un contrato con una empresa para impulsar las actividades en el Núcleo de la Feria sin meter de por medio un peso público, y con base a los reportes preliminares de los ingresos de personas registrados, pues, suponemos (malditas suposiciones), que habrá dinero suficiente para barrerlo. Llevarlo del Núcleo a Tesorería.

Este año no habrá sorpresas, porque del mismo cuero saldrán las correas. El gobierno dispuso del espacio, de los permisos y una empresa muy conocedora se encargó de correr los riesgos.

De lo que quede, irán a medias de las utilidades, lo que, insistimos, nos permite suponer que habrá mucho dinero, o por lo menos, el suficiente para iniciar con la remodelación del Núcleo y convertirlo en el Parque del Bicentenario, que requiere de unos 250 millones de pesos para convertirlo en el espacio público más emblemático de los próximos 100 ó 200 años de nuestra ciudad.

Incluso con las utilidades de la feriabril 2010, podría el gobierno arrancar la ciudadanización de la Feria. Recuperar los espacios que le restan del Núcleo y operarlos todo el año.
La muestra vuelve a quedar en manos de los políticos de primer nivel del municipio: si en quince días de fiestas hay utilidades, pues qué podríamos esperar si se opera ese espacio durante las 50 semanas restantes de cada año.