Sumario

Los poderes
del infierno

Gustavo González Godina

¿Recuerda usted que hace algunas semanas -seis tal vez-, preguntábamos aquí para qué rezar por Marcial Maciel Degollado, si como dicen era el mismísimo diablo? Bueno pues el cardenal Juan Sandoval Iñiguez dice que el fundador de los Legionarios de Cristo era peor, que a su lado Lucifer es una hermana de la caridad.

Sin embargo lo toleraron, lo protegieron y lo solaparon, desde el papa Juan Pablo Segundo hasta el último de sus compinches directivos de la Legión, incluyendo, por supuesto, a los que se quedaron al frente de la poderosa organización religiosa que hoy está en el banquillo de los acusados.

¿Cree usted que no sabían que su fundador y jefe era un maldito degenerado?, ¿se puede ir por la vida teniendo a varias mujeres e hijos con todas sin que se enteren los más cercanos colaboradores?, ¿ignoraban todos los directivos de la Legión que Maciel abusaba sexualmente de decenas de niños y jóvenes seminaristas?, ¿qué acaso nadie se quejaba, ni en la confesión siquiera?

¡Por favor!, que no vengan ahora a querer vernos la cara de pendejos. Por supuesto que lo sabían, pero tejió el de Cotija tal red de intereses, de complicidades y de silencio, que no trascendieron sus acciones inmorales, de pecado y delictuosas hasta casi al final de su vida, hasta que llegó al papado Joseph Ratzinger, que siempre lo quiso chingar pero no pudo porque Maciel era amigo de Juan Pablo Segundo.

Eso por una parte. Por otra, el fundador de los Legionarios de Cristo murió en la impunidad, sin haber sido castigado por la ley civil ni por la Iglesia Católica, porque hasta hace muy poco era política de ésta proteger a los curas pederastas, en cuanto se sabía de alguno -lo cual ha sido frecuente- en lugar de destituirlo y ponerlo a disposición de las autoridades, se le cambiaba simplemente de parroquia mientras se olvidaba el escándalo de la denuncia y al rato, más temprano que tarde, volvía a las andadas de los abusos sexuales de menores, porque perro que da en tragar huevo, aunque le quemen el hocico…

Yo recuerdo un caso, hace menos de una década aquí en Los Altos de Jalisco, de un sacerdote depravado que abusaba sexualmente de un menor discapacitado en Cañadas de Obregón. Se hizo la denuncia, este Semanario 7 días insistió en que debía ser castigado, pero la Iglesia lo protegió. Hasta una manifestación de protesta-peregrinación-procesión o lo que haya sido, organizaron otros sacerdotes encabezados por el obispo de San Juan de los Lagos, para desagraviar al cura pederasta -o para pedir por él, no sé- porque la justicia estuvo a punto de echarle el guante. Lo cambiaron de parroquia, como siempre, se fue luego a Guadalajara y se perdió. Por ahí debe andar todavía acariciándole sus genitales a algún acólito, o a varios…

A mí siempre me ha parecido ese un grave error de la Iglesia Católica, que lo ha hecho así para evitar el escándalo de que alguno de sus ministros, o varios, muchos, sean juzgados y encarcelados por ese delito de abuso sexual de menores, aun cuando es un pecado gravísimo del que el mismo Jesucristo dijo que al que lo cometiera más le valdría amarrarse al cuello una rueda de molino y arrojarse al mar; y ha sido contraproducente, entre más se ha ocultado y solapado la pederastia entre los sacerdotes, mayor ha sido el escándalo cuando gracias a las denuncias y a la difusión de las mismas, no fue posible ya ocultarlo más.

Es tan grave lo que le está ocurriendo a la Iglesia Católica, que hay quiénes sientan incluso al papa Benedicto XVI en el banquillo de los acusados, aun cuando éste está tomando las medidas para tratar de erradicar ese mal de la Iglesia; y a Juan Pablo Segundo ya ni se diga, lo menos que va a pasar es que será frenado el proceso de su canonización, ¿cómo hacer santo a alguien que protegió al diablo Maciel? Por más bueno que haya sido el Papa anterior, fue un grave error ese, magnificado, claro está, por los enemigos de la Iglesia Católica, que la tienen al borde del abismo.

Sin embargo yo creo que la Iglesia saldrá de ésta. Confío en la promesa de Cristo, de que los poderes del infierno no prevalecerán contra ella. Por más que los aliados de Satanás, los mismos que crucificaron a Jesús hace más de 2 mil años, sigan tratando de destruirla, unos entrando a los seminarios y haciéndose ordenar sacerdotes para infiltrarla y hacerle daño desde dentro, como Marcial Maciel y tantos otros de su calaña; y otros echándole chingadazos desde afuera para completar la labor destructiva desde la prensa, la televisión y el internet; por más que parezca que casi lo logran, creo que no se saldrán con la suya los que gritaron: “¡Que caiga su sangre sobre nosotros y sobre nuestros hijos!” cuando les dijo Pilatos que él no se hacía responsable de la muerte de un justo. “Tú eres Pedro -le dijo este justo al primer Papa- y sobre esta piedra edificaré mi iglesia, y los poderes del infierno no prevalecerán contra ella”.

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2 Comentarios

  1. Excelente columna Señor González Godina.
    Por cierto ¿se ha preocupado alguien por dar seguimiento al caso de pederatía de Cañadas?
    Elba Gómez.

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  2. reynu53@hotmail.com5/11/2010 10:36:00 p.m.

    Sr. Glez. Godina:
    Buen sumario, tenemos que continuar denunciando los abusos, provengan de donde provengan, lo que se sabe al respecto es que la Pedofilia, y la violacòn son realzadas por entes irredentas (No hay cura o tratamiento) no se corrigen vaya pùes) asi que le felicito por tocar temas que eran tabùes todavia en pleno Siglo XXI.

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