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Colocación

Los enfermos de alcohol también levantan la copa, y no son campeones

Hay temas que, por el tiempo que llevan en la escena política ya suenan añejos, rancios. El tema de la municipalización de Capilla de Guadalupe ha desgastado a muchos ciudadanos que, por el simple hecho de participar en la política o ser funcionarios, se han convertido en enemigos de alguien. Hasta la saciedad se ha dicho que Capilla tiene legítimo derecho a ser municipio.

Se ha dicho, también con hartazgo, que Tepatitlán debe plantear públicamente su posición y defender a los tepatitlenses.

Esta semana, el tema vuelve a las marquesinas con las mismas escenas, actores diferentes, pero la misma trama. Es una película clásica: ya sabemos qué pasa, pero hay quién sigue lucrando con ella. Algo así como las películas de Cantinflas en el canal de las estrellas de Televisa: ya nos la sabemos, pero nos entretiene. Al Congreso le pidieron reponer el proceso.

Por ello los diputados pidieron argumentos a los municipios con influencia (que no afectados) en el tema. A Capilla le corresponde demostrar que cumple con la ley. Definir su territorio (¿180 kilómetros es suficiente?); comprobar, con credencial del IFE y firma autógrafa de sus habitantes mayores de edad, que cumplen con la población establecida en la ley correspondiente.

Debe presentar una propuesta de plan de autosuficiencia económica y un proyecto a corto y mediano plazo para su gobierno, una vez que logre independencia. Debe también demostrar que sigue teniendo el afecto de la gente de San José de Gracia y los ranchos entre ambas Delegaciones.

San José de Gracia, por su parte, debe mostrar, con solvencia, si quiere o no ir con Capilla. ¿Siguen siendo sus mismos intereses ahora que los de hace cinco años?, Definirse, es su camino. A Tepatitlán le toca proyectar qué haría si Capilla se va con 180 o con 420 kilómetros.

Qué debe hacer para impulsar la productividad de todo su municipio y no sólo por lo que hoy ya hacen los capillenses.

 A Tepa le toca preguntarle a su pueblo qué opina, qué sugiere, qué le parece la independencia capillense. A Tepa, encabezadas por sus autoridades, le corresponde subir al escenario estatal la importancia de mantener unidos y sólidos a los actuales municipios.

Debe demostrar con hechos, no con romanticismo, la pertinencia de su territorio actual.

Pero en ese intento por legitimarse no debería la autoridad involucrar a investigadores con desarraigo en la ciudad y el municipio. No debe meter al diálogo a personajes que, aún con investidura de prestigio en una universidad, desconocen el tema, los antecedentes y el verdadero impacto del tema.

Si bien a La Capilla le asiste su derecho de independencia, a Tepa le compete defender su solidez municipal (en conjunto, con obras, servicios, atención, infrastructura).

El tema no es sólo si algunos quieren o no la municipalización. Esto va más allá de querencias, de amores o desamores. Es un tema de sobrevivencia, de pertinencia, de compromiso. El hijo ya creció y quiere formar su propio hogar. Hay qué darle libertad, pero no subyugarle, porque la rebeldía nunca ha sido buena consejera, ni para los adultos ni para los jóvenes.

 El tema de La Capilla merece de nuestros actores sociales y políticos muy buena colocación, como en el futbol, no pueden darse el lujo de quedar fuera de lugar si quieren anotar gol…