Pórtico

Tara

En política no hay damas, hay candidatas…

Por Ramón Muñoz de Loza

Llegó Felipe, bajó de su helicóptero, caminó al interior del Hospital, recibió aplausos, se sentó al centro de la mesa, escuchó por momentos los discursos y, en otros momentos, su mirada acusaba nostalgia, angustia o desencanto.

 Si no hubiera sido por las niñas (puras mujeres) que le despreciaron o le hicieron berrinche al querer aplicarles vacunas orales, al Presidente Calderón no le hubiera salido la sonrisa.

 Muchos tepatitlenses fueron a ver al Presidente. Fuesen del PRI o del PAN o sin partido, ¡Qué mas da!, querían ver a Calderón, para tener anécdotas para su prole.

 Palabras, nostalgias, cifras, promesas de salud y aplausos. Eso fue lo único del lunes pasado en Tepa.

 Bueno, si no hubiese sido por la prisa que le tomó a la alcaldesa Cecilia González por alcanzar a Calderón justo al bajar del templete, podría haber pasado inadvertida la presidente de Tepa, por lo menos para los que no viven en este municipio.

 Ya concluida la fiesta del IMSS por la visita de sus jefes, el resto, los mortales, se quejaron de no haber escuchado a Cecilia hacer su pedido al preciso nacional.

 Hubo gente del gobierno municipal que no durmió en los días cercanos al lunes. Todo era preocupación, nervios, ilusión.

 El lunes a la una de la tarde aquello se volvió furia, desolación, enojo, encabronamiento porque no dejaron hablar a la presidenta.

 Y es que para algunos tepatitlenses, la política sigue siendo el escenario para la fiesta, el glamour y la pretensión.

 ¡No!, ¡De ninguna manera!

  La política –decía mi gran amigo Armando Macías- no es para el que le gusta, es para el que le entiende.

 ¡Cuánta razón!

 ¿Y si en lugar de discurso, se hubiera publicado un manifiesto en los diarios estatales o nacionales, justo ese día?

 ¿Y si hubiese habido manifestación de ciudadanos en las afueras del Hospital?

 ¿Y si hubiese llegado el líder del PRI acompañando a la presidenta municipal, o el diputado, o el senador de su partido?

 Lo del lunes, amigos funcionarios, fue una fiesta entre panistas, para panistas, donde los priístas nomás prestaron unas máquinas, unos empleados y un grupo de tepatitlenses para “la bola”.

 La alcaldesa llevaba bolso y tres libros en su mano.

 ¿Quién le habrá hecho creer a Cecilia que podría robar cámara nacional en un evento interno del IMSS junto a Calderón y a Emilio González?

 ¿Por qué nadie le avisó que la Semana Nacional de Salud arrancaba en su municipio y que ella estorbaba en la foto que aparecería en los diarios y en la tele nacional?

 ¿Cecilia en prensa nacional?, pues ¿Cuánto le debe Calderón o Emilio a Cecilia para impulsarla de tal manera?

 Cecilia ha creido, ingenuamente, que el gobernador está con ella. Alguien le tiene qué decir a la alcaldesa que la campaña electoral ya terminó, que los “acuerdos” electorales terminaron el 5 de julio y luego se cumplieron el 1 de enero pasado.

 Emilio está pensando en el 2012, también el presidente Calderón (-¡hola Secretario Lujambio!, te pareces a Peña Nieto, pero en panista-).

 Si al gabinete de Tepa no le quedó claro cómo es la “real politik”, es su problema. Para muchos quedó claro que ni Cecilia, ni su partido, ni Tepa, están en la agenda de los altos funcionarios federales ni estatales. Le quedan dos años al gobierno de Cecilia. Si en verdad trae amarres con Peña Nieto, con Aristóteles o con Vielma, más le vale hacerlos notar antes de que termine el año, porque podría pasar como la bella mujer que gobierna un pueblo de ilusos que se conforma con visitas de cortesía y que sueñan con que algún día llegará el verdadero “principe azul”, o ya de perdida “el rey rojo”.

Aquí está su gente… Ya nos midieron, nos tomaron la tara…