Con la esperanza en el corazón y el Jesús en la boca

Septiembre y las lluvias

Por Oscar Maldonado Villalpando


Los partidos prometen, casi siempre “lo nuevo” que el pueblo ya identifica como “lo mismo”, la ventaja para ellos y la carga para el propio pueblo; podrán pues decir mil cosas, pero la atención, todavía, de la gente de los Altos, está fija en el cielo, en el cielo del que espera las lluvias, porque las cosas están al filo del destino.
En los campos aún hay esperanza, las milpas esperan con ansia. Aquí no valen programas, propuestas, reformas… llueve o no… y es vital. Es urgente… Llueve o no; y las cosas cambian. Tanto que se invierte en la siembra, en el ganado, a pesar de lo que anuncia el gobierno es gravosísimo el destino del campesino, costos altísimos, la recuperación muy exigua.



La naturaleza hace lo suyo, ha acudido a la cita. Los campos aún lucen hermosos, las flores se apresuran porque el tiempo parece apremiar. Los mirasoles están llegando, fieles a su destino.

San Diego de Alejandría festeja, festeja aunque con ese no “sé qué” que se atraviesa en su corazón, como una queja, como un reclamo, como algo que decir al Señor, al Señor a quien ama, y de quien espera el socorro. Por eso, con necesidad y todo, San Diego está por celebrar el día de La Peñita, el Santuario de Cristo Rey y Señor de Los Cristeros. Día de La Divina Providencia, día de acción de gracias.

El día 17 de septiembre, desde hace más de 50 años se tiene una tradición muy hermosa, el pueblo entero toma el camino al campo, tierra arriba, y festeja los dones de Dios, porque está bien claro que “Cuando Dios llueve” es una gran bendición. Porque en esos días dichosos de lluvia suave, de brisa constante, parecería que la Virgen ríe, que la Virgen, su bellísima patrona, se alegra y su rostro se hace encontradizo y cercano, amigable y maternal.

Pues la esperanza sigue viva y así hace su peregrinación el pueblo de San Diego, con la esperanza en su corazón y la confianza plena en la bondad del Señor que no desampara a sus hijos.

Este sábado 17 de septiembre de 2011, al filo del medio día, será la misa de La Peñita, con la participación de muchas personas de distintos lugares. Ahí es la cita de la esperanza en este año del Señor.

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