Tumban vecindario con sus moradores adentro

En la Anacleto

+ Inconformes aseguran que tienen hasta diciembre para dejar la finca

Por Alejandro González Ontiveros.- Molestos y preocupados se encuentran los habitantes de un vecindario contiguo a la bodega de conocida farmacia, en la prolongación Anacleto González Flores, en Tepatitlán, pues sus viviendas están siendo derruidas desde el pasado 26 de octubre, cuando alegan que tenían de plazo para desocupar las fincas hasta el 1 de diciembre.

María Luisa Rodríguez, administradora del vecindario y quien dice que tiene 19 años viviendo en una de las casas, manifiesta que los antiguos dueños de las casas, recientemente habían vendido el inmueble al señor Cristino Martín, ya que éste tiene la intención de ampliar las bodegas de su propiedad, mismas que se encuentran a un lado del vecindario.

Una vez hecha la transacción, los antiguos propietarios le dijeron a María Luisa que se arreglaran con el nuevo dueño sobre el tiempo que podrían permanecer en las viviendas.

Fue así que habrían llegado al acuerdo con Cristino Martín de que podían estar viviendo en las casas hasta el 1 de diciembre y para ello firmaron un contrato donde se estipulaba lo anterior.

Sin embargo, este 26 de octubre llegó un trabajador, quien comenzó a demoler la parte superior de la finca, por lo que los inquilinos le reclamaron, mientras que el sujeto se limitó a responderles que había sido enviado por el dueño de la vecindad para comenzar a tumbar la parte superior del inmueble.

Después llegó el propietario, quien les dijo que le urgía comenzar a derribar la finca y que sólo harían trabajos en una parte donde ya no está habitada y que tendrían cuidado de no lesionar a nadie con los pedazos de muro que caían desprendidos desde el segundo piso.

Sin embargo los quejosos acusan de que los pedazos de concreto caen sin precaución alguna y que por el temor de que les caiga alguno encima a ellos o sus hijos, no pueden salir de sus casas, además que a causa de los trabajos, el resto del inmueble se cimbra y tienen miedo de que se caiga por completo la finca.

Los inquilinos sólo piden que les respeten el plazo del 1 de diciembre para salir de las casas, pues no han encontrado un nuevo hogar. También dijeron que no saben a quién recurrir para que el propietario respete el plazo y deje de demoler las viviendas.

Al momento de cubrir la nota, llegaron dos sujetos, quienes fueron señalados como los propietarios de la finca. El reportero les pidió su versión sobre los hechos pero le respondieron que no tenían ningún comentario que hacer hacia la prensa.

Los hombres se fueron, mientras que los moradores se hacían de palabras con el trabajador que demolía la casa con una barreta. El sujeto les reiteraba que el sólo cumplía con el trabajo que le fue encomendado y les pedía de favor que no dejaran andar a sus hijos por la zona donde él laboraba, para que no fueran a golpearse con algún pedazo de concreto.

Ya que se volvieron a meter los afectados a sus casas, el trabajador le aseguró al reportero que el dueño ya tiene el permiso para demoler y que no creía que los inquilinos tuvieran de plazo hasta diciembre para irse, pues el propietario no se hubiera arriesgado a tumbar las casas así nomás.