Vecinos oyeron que se “petardeaba” el
motor
suspendido hasta el amanecer
Acatic, Jal.- Aunque aún no se da a
conocer la versión oficial, de acuerdo a testigos del accidente, la avioneta de
la Secretaría de Seguridad Pública Federal que se desplomó la noche del pasado
21 en Acatic, pudo haberse desplomado por una falla mecánica, dando como
resultado que la aeronave chocara contra un muro de piedras, quedando partida
en dos, para luego entrar en llamas, mismas que calcinaron a sus dos ocupantes.
Vecinos de la comunidad de Paredones,
delegación de Acatic, relataron que alrededor de las 20:30 horas, vieron que
sobrevolaba una avioneta, la cual su motor hacía un ruido extraño, como
“petardeándose”, además de hacer una trayectoria errática. Otros afirmaron que
el aparato voló muy bajo, por encima de un caserío, para luego virar y caer en
el potrero, a lo que los vecinos creen que el piloto se dio cuenta de que iban
a chocar y en un último esfuerzo evitó que la aeronave cayera sobre las casas.
Tras el accidente, la Policía Federal
informó que la avioneta, modelo Ruman 695 y matrícula XC-PFB, viajaba con
destino a la Ciudad de México, aunque no dijo nada sobre las causas del
desplome y en cuanto al número de occisos, se calculaba entre dos y tres, pues
debido a la oscuridad de la noche y al estado en el que había quedado el
vehículo, era difícil distinguir las partes humanas de los restos del avión.
Por ese motivo, la Policía Federal se
quedó resguardando la zona, retirándose los elementos de la Procuraduría
General del Justicia del Estado de Jalisco, Semefo y corporaciones locales de
policías y rescate.
Al día siguiente, en cuanto los primeros
rayos del sol iluminaron el área, volvieron todas las corporaciones, así como
elementos del Ejército y peritos de Aeronáutica Civil. Fue así que se determinó
que viajaban dos personas en la aeronave, por lo que se recolectó lo que quedó
de ellos y fueron trasladados al descanso forense de Tepatitlán, quedándose los
peritos para recabar indicios y establecer las causas del desplome de la
aeronave.
Sólo se supo el nombre del piloto, Jorge
Alberto Mayas, de 40 a 45 años de edad, ignorándose el nombre del copiloto y si
pertenecían a la corporación federal, así como sus cargos.
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