Victoria y Venganza comienzan con la misma V
Esta semana es oficialmente decisiva.
Es la última semana que tienen los políticos
para hacerse lucir, o hacer deslucirse a otros, en búsqueda de posiciones
electorales de manera oficialista.
El día 30 de marzo arrancan las campañas
federales. Un mes después podrán hacer lo propio aspirantes a munícipes y diputados locales;
pero, en cualquiera de los casos, deberán todos dejar sus actuales cargos, por
lo menos en tanto llega el 1 de julio para que sean votados o botados en la
jornada electoral.
Ya después, es decir, la mañana del 2 de
julio, podrán retornar a sus encargos y sus respectivas nóminas o,
definitivamente, según sea el caso, perfilarse a sus nuevos encargos y sus
consecuentes depósitos por sueldos.
Esta semana pues, es importante para quienes,
siendo parte del gobierno, buscan posicionarse para sí, o para los suyos, en la
mente del electorado. Esta es la última oportunidad, con cargo al erario, de
que los funcionarios aparezcan como “estadistas” u “solventes” ejecutores de
las normas y el poder. A partir del 30 de marzo, a guardar silencio las
estrategias de presumir obras y logros de gobierno. Habrán de ceder esos
espacios a los partidos, que son suyos también, para que por sí o por sus
candidatos, busquen convencer de que, ahora sí, en la que viene, llegará al
electorado el desarrollo, el éxito, la atención y los beneficios que el pueblo
necesita.
Esta es, además, la última etapa para hacer
valer y hacer pesar la imagen de cada partido y sus gobiernos, sobre lo que
significa ejercer el poder bajo sus siglas.
En los siguientes noventa días, todo será
escuchar campañas, promesas y rollos.
Luego, las caras largas o las caras
sonrientes. Las culpas y las disculpas. Vendrán tras el primer domingo de
julio, otras etapas, dependiendo de quién gane o a quien le demos el voto; pero
esta semana, prepárese para leer, escuchar y ver cualquier cantidad de
mensajes, de posturas, de discursos que buscarán convencerle a Usted de lo
bien, lo mucho, lo tanto que han hecho los excelsos funcionarios a favor del
pueblo sumiso y abnegado.
La decisión de escuchar, la oportunidad de
elegir y la posibilidad de creer, está ahora en la banqueta del ciudadano.
Comienzan las campañas pues, y con ellas, la oportunidad
del pueblo para hacer valer esa rabia, ese coraje, esa felicidad, esa angustia,
ese agradecimiento o cualquiera que sea el sentimiento que le provoquen los
políticos y funcionarios de los partidos políticos que, de nuevo, buscan
hacerlo caer en la urna con el voto a favor de ellos.
Que comiencen las campañas, esta es la última
etapa de un largo proceso, que no termina con la elección, que apenas comenzará
con esa jornada.
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