Ingenieros en sistemas pecuarios
Juan Carlos Márquez Romero
Víctor Daniel Orozco Valadez
Aldo Villalobos Robledo
Néstor Alfonso González Gutiérrez
Centro Universitario de los Altos,
Universidad de Guadalajara
Los órganos y tejidos de los seres vivos
están constituidos fundamentalmente de proteínas. Estas son sometidas a
constantes cambios y reacciones de catabolismo debido al constante estado
dinámico de las células. De tal manera éstos compuestos orgánicos son
fundamentales para la vida de las células.
Los rumiantes (poligástricos) por su
adaptación morfofisiológica de la parte anterior de su estomago le permite
convertir alimentos fibrosos y proteínas de baja calidad, incluso NNP
(nitrógeno no proteico), en nutrientes de calidad como son la proteína
microbiana y los ácidos grasos volátiles.
La utilización de productos vegetales
(oleaginosas) como soya, canola, alfalfa, etc., y animales (harinas de pescado,
hueso, viseras, etc.) incrementa los costos de producción y aumenta los riesgos
y dependencia del sistema productivo. Sin embargo, la proteína microbiana
producida en el rumen proporciona más de la mitad de los aminoácidos absorbidos
por los rumiantes y pueden constituir entre el 70 y 100 % del nitrógeno
disponible en el tracto digestivo.
La
síntesis de proteína microbiana depende de diferentes factores como las fuentes
de proteínas, el nivel de consumo
voluntario, la sincronización de las funciones ruminales, el reciclado ruminal
de microrganismos y los factores antinutricionales de las plantas que consumen.
La proteína microbiana tiene un papel de
especial importancia en rumiantes alimentados con dietas de alto contenido de
fibra y bajo contenido de N. Esta llega a ser la única fuente de proteínas para
el animal y por lo tanto la fuente para el mantenimiento y la producción de
carne o leche.
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