Por el padre Miguel Ángel
Un hombre rico soñó que moría e iba al cielo. San Pedro le daba un
tour por una calle muy hermosa en la que todas las casas eran auténticos
palacios. "Esa", le dijo San Pedro, es la casa de uno de tus
criados". "Si mi criado tiene una casa tan magnífica, me muero de
ganas por ver mi futura mansión", exclamó el hombre rico. Llegaron a una
calle estrecha y de casas pequeñitas .
"Tú vivirás en esa cabaña", le dijo San Pedro. "Yo,
vivir en esa choza", dijo indignado y furioso. "Esto es lo único que
te podemos ofrecer. Tienes que comprender que aquí construimos las casas con
los materiales que nos envían desde la tierra", le explicó San Pedro.
Jesús afirma con claridad que sólo entrarán los que hayan sido juzgados dignos.
La Madre Teresa de Calcuta decía: "Si das lo que no necesitas,
eso no es dar". Recuerden que la persona más rica no es la que tiene más,
sino, la que necesita menos y sabe compartir.
Qué bien afirmaba aquella religiosa santa y que lleva por nombre
Madre Teresa de Calcuta cuando decía que no es verdaderamente meritorio si
damos de las sobras a quienes solicitan que les ayudemos, como aquel pordiosero
que arrojó un pan a la ventana de la casa de una señora y le rompió el vidrio;
cuando le preguntó por qué rompía su vidrio contestó que él no tenía la culpa
de haber recibido un pan duro de 15 días, pues si le hubieran dado un pan
blandito con posibilidades de poderse comer, el vidrio no se hubiera roto.
Cuántas veces andamos regalando a los pobres comida en mal estado,
ropa sucia y rota, buscamos en el monedero, o en le bolsillo la moneda más
pequeña para regalarla y todavía estamos creyendo que es una gran obra de
caridad.
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