Por Rubén Arias Barajas
Vaya para Ustedes el saludo semanal de
costumbre.
Abro la presente colaboración con ésta
importante pregunta respecto de esta presa muy importante para el municipio de
Arandas, ubicada aproximadamente a 7 kilómetros de la cabecera municipal con
rumbo a Tepatitlán.
Y lo digo con seria preocupación puesto
que ha sido por momentos motivo de disputa cuando se separó el ahora Municipio
de San Ignacio Cerro Gordo, en aquel momento reclamaban ellos que el limite
territorial para dividir a éstos dos municipios sería al borde Oriente de dicha
presa, lo que la ubicaría dentro de San Ignacio.
Finalmente, el Congreso decidió que la
línea limítrofe quedara un poco más hacia el Poniente y la ubicó en la
carretera que corre de sur a norte y que conduce de Atotonilco a San Miguel el
Alto y se acabó, por ese lado, la preocupación de perder dicha presa. No
recuerdo, no quiero mentir, la capacidad de almacenaje que tiene, pero es
importante.
Pero ha tomado mas relevancia a raíz de algunos
sucesos relativamente recientes y que tienen que ver, primero, con la
adquisición de varios lotes ubicados en la ribera Oriente de la presa, por
parte de varios vecinos de Arandas, que con gran visión, observaron que podría
ser en un futuro cercano muy atractivo el tener cabañas con una pequeña playita
al frente para pasear en canoas, lanchas de motor, jet sky o lo que fuera para
la práctica de deportes acuáticos además del hermoso panorama que ofrecen los
atardeceres que se reflejan en su espejo de agua.
Ya había en esa presa desde hace algunos
años, explotación comercial de pesca por parte de una persona quien celosamente
ahuyentaba a algunos que se atrevían a desafiarlo y querían pescar para comer,
no para comercializar. Sin embargo, poco a poco, los propietarios de los lotes
ribereños se dieron a la tarea de formar una asociación civil para hacer grupo
y tener una representación formal ante cualquier instancia, por lo que hace
poco tiempo se vieron beneficiados con la intervención de la SAGARPA en manos
(la Delegación en Jalisco) del Lic. Juan Antonio González Hernández, quien
promovió y consiguió que se invirtieran varios millones de pesos en la
construcción de un muelle flotante, se sembraran miles de pequeños peces que
son de la especie de tilapia (carpa de Israel ya la había) y luego en una
extensión de terreno conseguida, se construyeron una bodega, una terraza con
barra e instrumentos para quitar la escama de los pescados y lugares de
trabajo, aparte de un espacio para refrigeración y almacenamiento de pescados,
además de asadores y espacios amplios para estacionamiento.
Esta inversión tan importante, elevó
obviamente la plusvalía de los terrenos y está casi terminado el proyecto, pues
lo único que le falta es la energía eléctrica que queda al paso del camino de
acceso por el lado Oriente de la presa, es decir que tal vez con un par de
postes se acerca el servicio hasta la orilla de la presa en cuya cercanía se
encuentra la construcción para almacenamiento del pescado.
El proyecto es en verdad importante y
ambicioso y está muy cercano para concluirse, pues solamente falta que el Lic.
Omar Hernández Hernández que ya lo conoce, pueda aportar por parte del
Ayuntamiento de Arandas, las gestiones y el costo para acercar la energía
eléctrica a éstas instalaciones y seguro estoy que contaría con la
participación gustosa de los miembros de la Asociación Civil que se formó entre
los vecinos para hacer una lonja pesquera.
Se matarían dos pájaros de un tiro, pues
la práctica de deportes acuáticos y la explotación pesquera racional, son
atractivos turísticos que atraerán gente de otros lugares de la región y podría
ser inclusive fuente de ingresos por lo menos para el mantenimiento esencial y
el pago de los servicios necesarios para tener operando ese proyecto.
Queda sin embargo algo pendiente y es muy
importante. Que se solucione el problema de las aguas que vierte Santa María
del Valle, delegación de Arandas, Jalisco, productora importante de derivados
de la leche, pues están contaminando las aguas que llegan por el lado norte a
través de un afluente, pues si esto no llegar a solucionarse, podría echar a
perder un proyecto que ha costado varios millones de pesos.
Lo demás, habrá que dejárselo a la
naturaleza, pues el temporal de lluvias es impredecible, sin embargo tenemos
confianza en que en un par de buenos años abundantes de lluvia, la presa llegue
a niveles mas altos que permitan el auge de la flora y fauna.
Además, finalmente quiero agregar que
Arandas no debe descartar la posible necesidad de que en un futuro no lejano,
ésta presa tenga que ser utilizada en parte para abastecer de agua potable a
ésta ciudad, uno nunca sabe en términos de agua hasta dónde habrá que llegar.
Ojalá entonces que se atienda ésta
importante presa para su explotación en muchos sentidos.
Nos leeremos en la próxima entrega.
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