Ataques

Si a alguien se le ocurre hablar mal de los homosexuales, enseguida éstos y sus defensores lo tachan a uno de homofóbico y capaz de que hacen una manifestación en frente de su lugar de residencia o trabajo, con un espectáculo grotesco que incluya a una pareja del mismo sexo besarse y "fajarse" en plena vía pública, con tal de molestar y responde a las ofensas de quien los criticó y sin importar que haya niños alrededor o personas normales a las que les desagrade y ofende este tipo de exhibiciones.

Lo mismo pasa con quien ose hablar mal de los de la izquierda, el peje o el 132, porque luego luego un montón de "artistas", "intelectuales", "librepensadores", "progresistas" o fósiles descerebrados de alguna escuela pública, tachen de intolerante, represor, cómplice de la mafia en el poder y demás insultos usados para referirse a aquellos que no comulgan con el socialismo.

Es probable que los homosexuales sean también de izquierda y viceversa, por lo que no debe sorprender que se vean juntos en esas manifestaciones para repudiar al insultador.

Ah, pero cualquiera puede proferir cualquier clase de insultos y calumnias sobre la iglesia católica y no serán pocos los que festejen la ocurrencia y dirán que es una persona culta, no sumisa, inteligente, moderna y libre. De paso se burlarán y ofenderán a los que todavía creemos en la institución que fundó Cristo y que dejó en manos de San Pedro hace miles de años.

Un nuevo capítulo de odio y repudio sin motivo a la iglesia católica se dio en estos días con el anuncio del Papa Benedicto XVI de renunciar al cargo.

Un ex compañero de prensa, que ahora se dedica más bien al periodismo en línea, publicó en su muro de facebook que, Europa, con menos católicos que América Latina, tiene muchos más cardenales y por lo tanto mayor peso político a la hora de escoger a un nuevo Papa.

Yo añadí que inexplicablemente, Estados Unidos, donde todo mundo tiene alguna religión diferente al catolicismo, tiene 11 cardenales contra 4 de México, donde casi todos siguen siendo católicos.

Y ahí también metió su cuchara y me parece que con la única intención de joder, de que en Latinoamérica todavía hay muchos "crédulos" de la iglesia de Roma.

Pudo haber empleado "creyentes", pero prefirió el "crédulos" no sin una alta dosis peyorativa, o sea, sólo quiso molestar, no opinar ni mucho menos aportar algo a la conversación.

Y así como ella hay muchos enemigos, la mayoría gratuitos, de la iglesia católica, que aprovechan cualquier pretexto para molestar y ofender a las creencias y enseñanzas de la gran mayoría de los mexicanos y de muchos habitantes del mundo.

Son gratuitos porque la mayoría de ellos ni saben por qué odian a la iglesia, pues nomás vieron a alguien hablar mal de ella y se vio como muy culto, progresista y liberal, para entonces imitarlo y tratar de verse igual de cultos, progresistas y liberales.

Atacan por todo al Vaticano y sus curas y en lo único que tienen razón, aunque de manera parcial, es en el tema de los sacerdotes peredastas. La iglesia realmente ha hecho muy poco por solucionar la problemática y ha preferido más bien no afrontarla y apostarle al olvido de la gente, sobre todo de los fieles.

Lo que no es verdad es que la iglesia sea una institución de degenerados, pues siguen siendo la gran mayoría los religiosos que se conducen intachablemente y en vez de hacer daño hacen el bien hasta donde les alcanzan sus fuerzas.

Pero el chiste es enlodar al catolicismo.

Y no es que sea yo un católico ejemplar, pero sí me molesta que ofendan a la religión en la que creen mis padres y todos mis familiares y que no por creer en eso son unos "tapados". Hasta puedo decir que gracias a la religión, muchos son buenas personas y practican lo enseñado por Jesús, a través de la Biblia.

Y bueno, el catolicismo es tan noble que los fieles y ministros permiten toda esa clase de insultos y abusos de quienes se dicen o sienten sus enemigos, pues como Cristo, ponen la otra mejilla a pesar de los escarnios.

Y viene al caso lo escrito por un columnista de Milenio Nacional, quien declara que es abiertamente homosexual y ateo, además de ser de izquierda, aunque no de la de López Obrador: Los jotas protestan en contra de la Iglesia Católica, pero no porque solamente en ese lugar son despreciados, sino que en otra religión, como el Islam, simplemente son asesinados si muestran públicamente sus preferencias sexuales.