Panorama de Arandas
Por Rubén Arias Barajas
Vaya para Ustedes el saludo semanal de
costumbre.
Reza un viejo refrán, “negocio que no
deja….dejarlo”. Nos remite al análisis financiero y de factibilidad que se debe
hacer cuando nuestra actividad está enfocada hacia algún tipo de negocio
en particular el cual no nos está dando el rendimiento esperado.
Algo así sucede cíclicamente
con la gente del campo particularmente. Jalisco ha sido durante lustros,
reconocido también como un productor tradicional de maíz debido a la fatigosa y
a veces ingrata actividad de los campesinos que hacen que la tierra produzca
éste grano de gran importancia para la alimentación de los seres humanos y del
ganado también.
Sin embargo, las superficies más
amplias que se destinan a la siembra de ésta semilla, están atenidas a que el
temporal sea bueno. Mucha lluvia, malo. Poca lluvia, peor.
El temporal de lluvias es impredecible,
por lo mismo, es un riesgo año con año la siembra en tierras con éstas
características, amén de los problemas de comercialización que enfrenta el
productor y que se rigen por las reglas de la oferta y la demanda, es decir,
buena cosecha, el precio baja mucho y lo vuelve un magro negocio para los que
se esforzaron tanto. Si por el contrario la cosecha fue mala, el precio sube
pero los beneficiados son muy pocos.
Si a lo anterior le agregamos el
“coyotaje” y los intermediarios que cuentan con elevados sumas de dinero,
ellos acaparan en ambos casos y les vá bien en términos generales al poder
almacenar el grano y venderlo cuando las condiciones del mercado son propicias.
Así que los campesinos, en
los dos casos anteriores que propongo, o se van a Guatemala o se van a
Guatepeor. Sin embargo las costumbres ancestrales, la herencia, la falta de
información y el orgullo mal entendido, propician que los productores no
accedan a programas de apoyo que el gobierno federal tiene para aquellos que,
dueños de tierras con mediano y alto potencial productivo de maíz, ofrecen
apoyos en asesoramiento tecnológico gratuito o bien en seguros catastróficos
que en caso de siniestros, les pueden reponer una buena parte de las pérdidas
que se puedan dar.
Mucha gente todavía sigue
utilizando herramientas rudimentarias para sus actividades agrícolas sin tomar
en cuenta que existen apoyos importantes para que compren implementos que hagan
más rápida y fácil su labor, incluidos tractores de cierto caballaje por los
que, en caso de reunir los requisitos exigidos, pueden recibir entre cien o
ciento cincuenta mil pesos de apoyo, no de préstamo, lo cual es muy valioso.
El riego tecnificado, es otra alternativa
que pueden tener para aquellos que teniendo poca agua, les permita aprovecharla
mejor y no desperdiciar el vital líquido con éste sistema que también cuenta
con apoyos económicos importantes. Lo único que les hace falta es tomar
información en los lugares pertinentes, para acceder a apoyos que les vendrían
de maravilla.
Otra alternativa, sería desde luego el
informarse respecto de las características particulares de la tierra que poseen
para saber el tipo de producto que deben sembrar tomando en consideración la
zona geográfica de su ubicación, la disponibilidad o no del agua, el clima y la
altura sobre el nivel del mar, para utilizar semillas que se adapten mejor a
dichas condiciones.
Otrora se consideraba en ésta zona sur de
Los Altos, que el aguacate no era apropiado, que no rendía buenos frutos, sin
embargo a últimas fechas y tal vez por el cambio climático, se
está demostrando que es una alternativa lucrativa e interesante para éstos
lares.
La Chía, es otro producto que se adapta
muy bien a ésta zona y que además es no complicada para comercializar y deja
buenas utilidades, sin dejar fuera otra alternativa que es la siembra de la
sábila, cactácea cuya utilización en la medicina y en la elaboración de jabones
y shampoos, es muy apreciada.
Requiere poca agua, la tierra roja es
apta, el clima y altitud sobre al nivel del mar, son idóneos para conseguir un
producto de buena calidad y no complicada comercialización. Por poner un
ejemplo, una empresa muy importante de éste Pais, ha dicho que el 95% de sus
necesidades de sábila, las tiene que importar porque lo que produce el mercado
nacional es mínimo, por lo que garantiza contratos de compra a quien produzca
dicha cactácea que, tengo conocimiento, a los 8 meses de sembrada ya puede ser
motivo de corte y venta, recuperando en éste tiempo la inversión inicial.
Ultimamente, se ha estado experimentando
con la siembra de arándanos y todo parece indicar que también será otra buena
alternativa para ésta zona, pues ya en los terrenos cercanos a La Trinidad, se
tiene un buen ejemplo de ello.
La conclusión, es que los agricultores
deben abrir muy bien ojos y oídos, para diversificar y buscar los apoyos
económicos y tecnológicos que están al alcance para que trabajen un poco menos
y ganen más dinero por su trabajo que bien merece una buena recompensa.
Nos leeremos en la próxima entrega.
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