+ Tradición en San
Diego de Alejandría
Por Oscar Maldonado Villalpando
Nuevamente recobró su vigor y entusiasmo
esta tradición religiosa y popular en este pueblo de los Altos, el 17 de
septiembre de 2013. Este año a causa de las intensas lluvias durante el fin de
semana las personas se mantenían a la expectativa por temor a que siguiera lloviendo.
Pero el cielo se abrió e hizo un buen día. Claro que el llano estaba muy húmedo
y con riesgo de que se reblandeciera con los vehículos pesados.
Las personas encargadas hicieron su deber
y se prepararon con el mismo entusiasmo. Así lo hizo el párroco J. Jesús
Vázquez y el padre vicario Martín Regalado y el equipo de agentes. Se
distribuyeron las responsabilidades, lo mismo en la autoridad civil y los
organismos ciudadanos como la Cruz Roja y los paramédicos.
Así que el martes 17 todo estaba
dispuesto. Las personas de las rancherías se fueron congregando, así como los
visitantes de otras comunidades. Especialmente muchos que recuerdan con cariño
el movimiento cristero. La misa se programó para la una y media de la tarde. Se
hizo presente el P. Aurelio de Agua Negra, presidió la celebración el P. Juan
Antonio Sánchez. De Guadalajara se hizo presente una peregrinación de la
parroquia de San Pedrito, organizada por don Faustino Antimo y el P. Oscar. Es
también significativa la presencia muy constante de Ma. Guadalupe Bobadilla y
su esposo, sobrina del Señor Cura Saturnino Covarrubias que siempre trae
consigo algunas reliquias que recuerdan este gran párroco autor de esta
tradición y bienhechor de nuestro pueblo.
Las personas participaron con muy buenas
disposiciones en la celebración muy bien organizada en lecturas y ofrendas, así
como el coro que llenó de dignidad y decoro la celebración. En la homilía el P.
Oscar dirigió un emotivo mensaje sobre esta singular tradición y todo su
significado, especialmente porque el monumento a Cristo Rey, Señor de los
Cristeros, se ubica en el territorio donde transitaban y vivían estos héroes
populares, y por estos rumbos realizaron históricos combates. Herencia que debe
ser enaltecida y apreciada en todo lo que vale. Compromiso que debe reflejarse
en este impulso de “Reavivar la Nueva Evangelización” como se consigna en el
objetivo diocesano.
La fiesta también se fue fraguando en los
campos cercanos, un gran mercado de golosinas, antojitos y diversiones.
Encuentro singular con los amigos y conocidos. Se establecieron en los árboles
y huizaches los grupos familiares para disfrutar de esta convivencia, preparar
los alimentos y convidar a los amigos.
El pueblo de San Diego de Alejandría
quedó enteramente solo, las casas cerradas y las calles desiertas pues es un
gran deber participar en esta fiesta por el Buen Temporal y en honor a los
cristeros. Esta celebración nos invita a no perder la memoria histórica, a
volver a las fuentes, a recobrar nuestra identidad.
0 Comentarios