Zapotillo

Fuera de inundar algunos poblados y el riesgo de que se convierta en elefante blanco o tarde muchos años en ponerse en funcionamiento, no me parece que la presa El Zapotillo sea una cosa del diablo, como muchos lo hacen ver.

Es una pena que tenga que inundarse algunos poblados de Cañadas de Obregón y Mexticacán, pero tampoco es la muerte. Son comunidades realmente pequeñas, con un número de habitantes menor al de cualquier fraccionamiento nuevo de Tepatitlán, por lo tanto fáciles de reubicar.

No es la primera vez que un grupo de personas tiene que ser removida contra su voluntad; en Guadalajara se tumbaron cientos de casas cuando se hizo la avenida Federalismo o cuando explotó el drenaje en 1992. Fuera de razones sentimentales y de "costumbres" no hay otro motivo para impedir que los habitantes de Temacapulín, Acasico y Palmarejo sean removidos.

Me parece que la lucha está equivocada, que difícilmente el gobierno federal perderá miles de millones de pesos en obras por unos pocos cientos de personas que se resisten a ser cambiadas de casa. Creo que aquí lo que hay que pelear es que las autoridades den algo justo y equivalente por cada finca que vaya a ser inundada, las fuerzas deben enfocarse en eso y no los sentimentalismos de tener que dejar el terruño.

Al morirnos no se lleva uno nada y los seres queridos nos quieren por eso, por ser familia, no por el lugar y menos un rincón tan olvidado como son esos lugares.

La lucha debe ser por conseguir que el gobierno no les vea la cara a esos últimos habitantes y que a la mera hora, cuando se inunde todo, se queden sin nada o con muy poco, todo por haberse opuesto a todo y sin razón.

Y respecto al destino del agua que supuestamente se almacenará, sí es indignante que se vaya toda a León, cuando en aquel estado se quedan con el agua de Chapala y en Los Altos hay mucha sed y casi nada de líquido.

Sería casi un crimen dejar que se sigan secando Los Altos de Jalisco y dar agua de sobra al Bajío. Ambas regiones son importantes para el país, pues una es pilar en producción de alimentos y la otra en industria.

Me parece que en este asunto los gobiernos locales de Jalisco y sus municipios deben estar más al pendiente y no permitir que toda el agua de El Zapotillo se vaya a Guanajuato, porque acá no hay.

En teoría y de acuerdo al proyecto oficial, la mentada presa debe surtir a tres regiones: León y San Francisco del Rincón, la Zona Metropolitana de Guadalajara y gran parte de Los Altos de Jalisco.

Pero también, el proyecto oficial sólo contempla mandar una tubería que viaje casi 150 kilómetros cuesta arriba para que lleve agua a Guanajuato, mientras que para Jalisco, serían sus propias autoridades las que tendrían que poner sus redes de abastecimiento.

Los gobiernos de Jalisco podrían convertir esta desventaja en ventaja, pues, la presa no les está costando nada, ya que la Federación la construye, así que nuestros gobernantes podrían aprovechar y desde ya conseguir recursos y construir la red de abastecimiento regional, que será mucho más barata por cuestiones de distancia.

Guanajuato tiene que esperarse a que algún día el Gobierno Federal termine la presa y entonces poner los tubos; Los Altos no tienen que esperar nada, solamente ir construyendo sus propios ductos en la medida de sus posibilidades.

Total, lo peor que puede pasar es que la presa nunca se termine y entonces sí, sea dinero tirado a la basura, pero, dejando de lado el hecho de que algunas personas perderán sus viejas casas y propiedades y serán movidas a unas nuevas, la presa El Zapotillo representa beneficio para todos, que hay que saber aprovecharlo y pelear lo justo para cada quien.

Ora hay que ver si sirve el agua del Río Verde, que eso no ha sido contemplado por el gobierno. Si el agua es muy mala y hay que pagar mucho para hacerla potable, entonces habrá sido una pendejada hacer la presa.

Los Altos necesitan agua y no hay, habrá en la presa El Zapotillo y el chiste es no dejar que se la lleven toda a Guanajuato y si así fuera, pues habría que hacerle como ellos le hacen con Chapala, que cierran las compuertas de las presas de aquel estado y no permiten que el líquido llegue a Chapala.

Y háganle como quieran.