A Ras





Cortar el umbilical no es quedarte huérfano…

Hace unos 15 años, cuando apenas iniciaba la Prepa del Colegio Morelos en Tepa, un profesor me invitó a compartir mi experiencia en los medios de comunicación ante los bachilleres.
 De aquél grupo surgió un flaco de voz ronca que me compartió su aspiración por estudiar Ciencias de la Comunicación. En el verano, antes de irse a Guadalajara a estudiar, lo invité (como a muchos chavos más) a probarse ante el micrófono.
“Tiene ganas”, -pensé luego de unos días que hizo sus pininos en la modesta cabina de Poder 55, la estación de AM de Tepatitlán.
 Luego de unas semanas de hacer prácticas en el Noticiero Al Aire, partió a la Capital de Jalisco a estudiar Comunicación.
 No le volví a ver, sólo supe que participó en un programa sobre cine que Televisa Guadalajara tenía por las tardes, algunos días de la semana.
 Le perdí la pista, hasta que, hace unos meses, encontré en las redes sociales un tráiler de su documental “A ras del cielo”, una producción que habla de cómo le hacen los jóvenes de Europa, medio oriente, Asia y Norteamérica para formar parte de ese espectáculo circense extraordinario donde el centro, el fondo y la cúspide es el ser humano –cero animales-.
 El lunes pasado, en la casa de la cultura de Tepatitlán volví a ver a Horacio Alcalá, joven productor de cine que está ahora concursando en el Festival Internacional de Cine de Guadalajara por el mejor Documental Iberoamericano (deseo de todo corazón que hoy sábado lo gane).
 Me gustó mucho el documental.
Me agradó volver a ver a Horacio, verlo acompañado de sus papás, verlo juguetear con sus excompañeros. Verlo sencillo, como cuando era bachiller.
 Horacio, junto con otros tantos jóvenes talentos que han salido de Tepatitlán debieran ser un claro ejemplo para esos chamacos (y también para los no tan chamacos) que se quejan de lo que tenemos en nuestro alrededor.
 Hay persistentemente jóvenes, adultos, profes, políticos, artistas, músicos, deportistas, que se quejan de la falta de oportunidades. Puede que tengan razón. Pero tampoco hace 10, 15, 20 años había opciones para estos chavos que vienen empujando fuerte en la producción de ideas y trabajos deportivos, culturales, artísticos, de medios.
 Hoy tenemos claros ejemplos de cómo cortarse el cordón umbilical sin olvidar las raíces.
Horacio Alcalá es uno de esos ejemplos.
Bienvenido a casa Horacio.

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