Qué buen negocio es la pobreza…
La pobreza ha sido un buen negocio para los gobiernos.
Mantener a la población en un rango de pobreza les permite a los políticos jugar a las dádivas en tiempos electorales y acumular votos que les permitan acceder o permanecer en cargos públicos.
Los métodos para alcanzar esas metas electorales han ido cambiando, pero siguen siendo igual de nefastas.
Hace unos días acudí a un Oxxo, preparé un café y me formé en una lenta fila para pagar.
La tardanza se debió a que unos cinco empleados de la Sedesol hicieron sus compras y pidieron, cada uno, factura.
No tendría nada de extraño que un consumidor pida su documento fiscal comprobatorio.
Aquí lo extraño fue que las papas, la bebida energizante, los chicles, las galletas que compraron esos jóvenes, los facturasen a nombre del gobierno federal.
Imaginé que eran “promotores” que tiene la Sedesol para combatir la pobreza. Luego lo confirmé.
Al paso de los días alguien me dijo –no tengo certeza de ello-, que les otorgan unos 650 pesos diarios para “viáticos” a los empleados de la Sedesol.
Entonces comprendí por qué sigue la pobreza en nuestro país.
Por qué no alcanza el dinero para combatir ese flagelo social, como es la miseria.
Ese día, cinco empleados de Sedesol hicieron compras, cada uno en promedio por unos 100 pesos; pero si les otorgan 650 pesos diarios para acudir a las comunidades rurales a “atender” a los pobres, más su sueldo, más los combustibles, mantenimientos, peajes (en su caso), más telefonía celular, más formatos, más capacitaciones, más vacaciones y todas sus prestaciones… por eso seguimos igual o más jodidos que antes.
Con esos 650 pesos, podría medio comer una familia una semana, pero Sedesol se lo entrega para las papitas y los chicles a sus empleados, ¡por día!
No tengo la certeza de que cada uno de los empleados reciba tal cantidad, pero se lo escuché a un empleado de gobierno que conoce mucho mejor que yo, la estructura de la gorda burocracia.
Luego, alguien más conocedor del tema me sugirió: “por eso son buenos los empleos en la Sedesol, el sueldo no está muy bien, pero con los viáticos te repones”.
Tómala.
650 diarios, por 20 días al mes, son 13 mil pesos, en viáticos, más el sueldo que ronda unos 6 mil u 8 mil; por empleado, por “operador” para combatir la pobreza.
Alrededor de 20 mil pesos mensuales por cada una de las personas que buscan, escuchan, enlistan, capacitan, verifican y atienden a los pobres.
¿Cuándo acabaremos con la pobreza?
Cuando destinemos más recurso a los pobres y menos a los burócratas que dicen que los atienden.
En tanto, que vivan los Oxxo que están en los caminos a los ranchos por donde llegan los burócratas que atienden a los pobres que no tienen dinero ni para salir de su comunidad, ya no digamos para comprar en esas tiendas los chicles ni las bebidas energizantes.
Que los pobres esperen dos o cuatro meses para que les entreguen sus mil pesos bimestrales, es decir, sus 17 pesos diarios que les “regala” el gobierno. En tanto los empleados tienen sus 650, literal, “pa´sus chicles”.
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