Vaya para Ustedes el saludo semanal de costumbre.
Estamos a muy pocos días de que tengan que cesar las campañas políticas de los candidatos que representan a los partidos políticos que están contendiendo por los diversos puestos que están en juego.
Haciendo un pequeño análisis respecto del trabajo que han realizado los candidatos a la Alcaldìa de Arandas, es claro que han trabajado casi todos denodadamente. Que han caminado la legua y se han contactado con casi todos los sectores sociales para hacer pùblicas sus intenciones y proyectos en el caso de verse favorecidos con el voto del electorado.
Han destacado, por lo visto, los temas relacionados con la recolección de la basura y su destino final que no es otro que un amontonamiento enorme de los desperdicios sin ningún tratamiento ni destino inocuo y que ha sido tema de los últimos años, pero no solución. Los intentos que ha habido por parte de Liborio Martínez Gazcón, actual Regidor con responsabilidad en las cuestiones ecológicas, han sido descalificados y denostados por algunos y los menos han apoyado los procedimientos de termólisis propuestos. Se ha viajado a dos países del extranjero para medir los resultados del tratamiento de la basura en aquellos lugares, pero aún así no se llegó ni a un consenso y por supuesto lamentablemente tampoco a una solución. El problema ahí está y es grave.
Prácticamente todos los candidatos dicen conocer el problema y proponen algunas soluciones. Nada de lo que no se haya hablado ya antes, pero ese asunto parece estar embrujado, pues cada trienio se habla del mismo y cuando se proponen alternativas, éstas terminan por ser bloqueadas o boicoteadas y el problema persiste junto con los daños causados a nuestro entorno.
Las banquetas desiguales y peligrosas que durante años se han construido sin supervisión de la Autoridad Municipal en turno, han hecho del caminar por ellas, una riesgosa aventura la cual padecen primordialmente los discapacitados motores, los adultos mayores y las madres de familia que trabajosamente tratar de utilizar las pocas banquetas parejas y hechas como mandan los reglamentos, pero generalmente circulan por la calle con sus carreolas poniendo en peligro su integridad física y la de los menores que transportan. En esto, si hay propuestas interesantes de solución a largo plazo aprovechándolas para la introducción o cambio de las viejas redes de agua potable que, según se ha informado en fechas recientes, permiten que se tire la mitad del agua que se les inyecta. Un desperdicio criminal pues en una zona en donde está vedada la perforación de más pozos profundos.
La peor imagen que ofrece Arandas tiene relación con la suciedad o tiradero de basura que se aprecia los fines de semana en las plazas y parques públicos, principalmente en la zona centro. Ahí, justo es reconocerlo, no tiene la culpa la Autoridad. Los habitantes que no tenemos cultura y respeto y que tiramos la basura en el suelo al paso sin aprovechar los recipientes que están colocados ahí mismo, que aunque son insuficientes, algo ayudarían a paliar el problema.
A lo anterior habría que agregarle el enorme tianguis que cierra las calles Martínez Valadez (dos cuadras) y la Juárez (otras 2cuadras) en el centro histórico de Arandas todos los domingos. Se hace un laberinto en donde la gente apretujada se arremolina alrededor de la Parroquia de Santa María de Guadalupe y del mercado en donde también se cierra una parte de la calle Marcelino Alvarez y otra de la calle Colón, quedando todo aquello encerrado totalmente.
Los peligros de un incendio, un enfermo o alguien que pudiera necesitar ayuda, están latentes pues no existe ninguna entrada o salida de emergencia que permita el ingreso de protección civil, bomberos o ambulancias. Estas propias instituciones reconocen el riesgo de tal situación, pero nadie se atreve a reubicar a los tianguistas por temor a perder sus votos.
Todos los candidatos reconocen la existencia del problema, pero se salen por la tangente algunos al mencionar que son fuentes de trabajo necesarias para que la gente lleve de comer a sus familias, lo cual es cierto, pero igual podrían elegirse alternativas de ubicación en otro lugar en donde sea menos riesgoso e igualmente útil para los tianguistas el ganarse la vida, pero nadie las señala.
Y así sucesivamente van corriendo los tiempos y quedan pocos días para conocer el ganador de esta contienda. Solamente de esperarse que una vez en la Silla Presidencial, se asuma el compromiso de solucionar de la mejor manera posible, éste y otros problemas que aquejan a esta ciudad media que pretende serlo, pero que su aspecto dominical, es de kermesse de rancho y con muchos riesgos.
Nos leeremos en la próxima entrega.
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