El camino de la vida


• Un representante de la familia cristera llega al final

Por Oscar Maldonado Villalpando

Fallece don Constancio Ramírez López en Zamora, Michoacán El 20 de octubre de 2015. Esta historia había iniciado en San Diego de Alejandría en tiempos de la cristera. Constancio forma parte de una familia que vivió dentro de esta persecución, Apolinar Ramírez y todos sus hijos fueron cristeros, se fueron al cerro en esos años.

Constancio es nieto de Tío Polín y era uno de los testigos de aquellas memorias, de aquellas vivencias. Nació en 1929, antes de los arreglos. Fue bautizado el día 11 de marzo de 1929 en la Barranca de Coachalotes por el P. Tules, Gertrudis López Moreno, que se quedó con su gente en el cerro durante ese tiempo aciago. Esta barranca era un lugar donde los cristeros podían esconderse, donde hay una cueva en las rocas, ahí mismo podían estar los heridos de las batallas en proceso de recuperación. El rancho de esta familia era en El Vergel, por el camino a Jalpa de Cánovas. Casi toda la gente de este rumbo estuvo comprometida con el movimiento. En la Coachalotes podía haber celebraciones.

Al nacer el movimiento uno de los hijos de Tío Polín ofrendo su vida en combate de Cuquio, era un gran cristiano, catequista y laico comprometido con su parroquia, con su párroco. Era el año del 27. Por los Ramírez eran entregados a la causa, por la familia López también fueron participantes de todos los acontecimientos por esos rumbos.

En particular don Constancio recordaba pláticas de su papá y de su abuelo sobre las acciones de Lauro Rocha en la Segunda, que tuvo escaramuzas por estas tierras antes de ser traicionado.

A consecuencia de las Reconcentraciones, la familia se fue familiarizando con San Francisco del Rincón, y con el tiempo se establecieron ahí. Más adelante se fueron retirando a León y México, don Constancio y su rama se arraigó en Zamora. Llegó a ser un próspero comerciante en muebles, pero hace algunos meses empezó a luchar contra la enfermedad.

Entre sus pláticas y bellos recuerdos eran estas vivencias de la Cristera, esos hechos que rayan en lo heroico. Cuando sus facultades se fueron mermando él trataba de comunicar esas cosas que tanto apreciaba. Finalmente hoy, 22 de octubre de 2015, don Constancio ha bajado al lugar de sus padres, de sus antepasados que derrocharon valentía en esa gesta. El tiempo que pasa insensible, la frivolidad de los tiempos presentes no opacan aquello que él tanto estimó y que son parte de nuestra historia, de los cimientos de este pueblo, San Diego de Alejandría, que fue tan cristero. Hoy, el día 25 de octubre es fecha memorable, pues antaño el último domingo de octubre era la fiesta de Cristo Rey, era cuando la celebraban los cristeros, para ellos era muy especial, podemos decir que Él era su Capitán, por quien estaban dispuestos a dar la vida.

Lo que don Constancio recordaba, recibido de sus padres, era la vida misma, no la historia de libros, no las reconstrucciones. Evodio, era el tío que cayó primero en la batalla, sus familiares supieron que no había regresado a San Diego, se quedó allá en el combate, bajo un montón de nopales con los que cubrieron su cuerpo, ofrenda y entrega por su fe.


El tiempo sigue la marcha, no nos olvidemos del tiempo vivido, de los hombres que nos precedieron y de sus ideales. Descanse en paz Constancio Ramírez López.

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