El juego de los caprichos


 Aunque se le advirtió al alcalde de Tepatitlán, Hugo Bravo, sobre el posible conflicto social que derivaría la presencia del cantante Gerardo Ortiz en el Palenque concesionado de la ciudad, luego de la guerra lanzada por el Fiscal de Jalisco, Eduardo Almaguer, nadie movió su posición. Dejaron todos correr el tiempo, jugaron a que no pasaba nada y… llegó el día. Tepatitlán vuelve a ser noticia estatal gracias a esta guerra declarada por el funcionario estatal contra el cantante y, a su vez, contra el alcalde, por mostrar su novatez en la política.

 Hace varias semanas que Almaguer, el Fiscal de Jalisco, emprendió su lucha mediática para acabar con Gerardo Ortiz, un tipo desconocido por la gran mayoría de la población - (en aquellas fechas) y que sólo lo seguían un específico grupo de la sociedad.

 El pleito desde el principio fue mediático, pues con todos los argumentos legales que dice el Fiscal tener para proceder contra el cantante, debió hacerlo con oportunidad, pero no. Parece que algo hay detrás de este tema, del que, como en muchos otros, el pagano resultará ser el pueblo de Tepatitlán.

 Este jueves corrió como reguero de pólvora la versión de hechos delictivos al interior del Palenque de Tepa. Luego corrieron innumerables declaraciones, del Fiscal, del Empresario, del Ayuntamiento, otro del Fiscal, y así transcurrió el jueves.

 Al mismo tiempo que en los medios se libraba esta batalla, en las carreteras de Jalisco, esta misma semana, un grupo de inconformes productores de leche, dejaron sus ranchos y a sus vacas para bloquear el tránsito vehicular. Luego pasaron del bloqueo al saqueo, al hurto.

 Y en se tema no se observó la agilidad de la autoridad. Ni la estatal ni la federal. El munícipe de Jalos se sumó para ganar votos, a los manifestantes, en lugar de enviar policías a resguardar la integridad de los choferes de las pipas secuestradas en plena carretera (se presume en las redes sociales que fueron a sacar los vehículos de las empresas).

 En otros hechos, de esta misma semana, hubo dos tiroteos, uno por Acatic y otro por Tecomatlán. Justo al tiempo en que el gobernador andaba por esta región.

 Y tampoco hubo ni investigación ni guante a la delincuencia.

 En estos temas, todos, los de la semana en o alrededor de Tepatitlán. El común denominador fue uno: cada quien, en esta zona, echa pleito por lo suyo. Los demás que se jodan.

 El Fiscal Almaguer tiene sus argumentos, válidos, para acabar con la carrera del cantante Gerardo Ortiz. El concesionario tiene sus argumentos para no cancelar la presentación. El alcalde de Tepa tiene sus razones para dejar que pase el tiempo y pongan en jaque a las fiestas de su pueblo por un tema que la gente ni conoce ni entiende. Los lecheros tienen sobrada razón en exigir que ya no les ponga el gobierno mismo la competencia con leche importada en polvo. Los empresarios tienen sus motivos para utilizar los productos que las Normas Mexicanas permitan para elaborar leches, sueros, bebidas o yogures, siempre y cuando lo reporten a las autoridades y cumplan con esas normas. 

 Todos tienen sus razones, sus motivos. Eso creen decirnos todos.

Aunque parece más bien que esta semana, en Los Altos de Jalisco, nos empeñamos en dar más muestras que nunca de lo importante que nos resulta cumplir nuestros caprichos.


¿Quién gana dejando correr la ingobernabilidad?, ¿A quién beneficia la desintegración de nuestra sociedad?

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