Los mismos cuates


 En los últimos días hubo cambios en los gabinetes federal y estatal.

 La noticia es que los del Ejecutivo (Presidente y Gobernador de Jalisco) no tienen muchos amigos, por lo menos no de las confianzas que ellos requieren para colocarlos en puestos clave.

 A Peña Nieto se le acabaron las cartas y recicla a los mismos personajes para diferentes cargos. Un tipo de superhéroes que son expertos en todo… y buenos para…

 Lo mismo le pasa al gobernador Aristóteles Sandoval, quien debió correr a su Secretario de Obras Públicas tras señalamientos de corrupción. La respuesta de Sandoval fue poner en el lugar a su amigo de juventudes, Netzahualcóyotl Ornelas (de Yahualica), gente de sus confianzas, pero completamente distante del perfil técnico que debe operar para una Secretaría absolutamente técnica. ¿Un abogado haciendo obra? Así son ellos.

 Y en la región de Los Altos no hay sorpresas, pues si nos vamos a los escenarios políticos, en cualquier municipio, encontraremos que los “chipocludos” son los mismos, con diferentes partidos, pero son los de siempre.

 Cuando supimos de los cambios en el gabinete federal y luego conocimos lo ocurrido en el gobierno de Jalisco, nos hicimos la misma pregunta: “¿De veras, no hay otros?”

 Y lo que se demuestra –al margen del partido político que gobierne- es que aquel que llega al poder no alcanza a desarrollar la confianza plena en nuevos personajes. O le temen a la democracia, o no se arriesgan a generar nuevos “cuadros” o, de plano, sus compromisos  y compadrazgos son más grandes que cualquier lógica, que cualquier planteamiento de respuesta a la sociedad.

 Es obvio que la gente que encabeza un gobierno requiere de un equipo de sus confianzas. Es vehemente que hagan un cerco con personas que les rindan cuentas primero a ellos, antes que a cualquier otra persona, incluido el pueblo mismo. Pero lo que sueno poco cuerdo, es que sean los mismos nombres, los mismos apellidos, quienes sean colocados en puestos tan diversos como ocurre con Antonio Meade, quien pasó de encargado de Hacienda a canciller, luego a donador de dádivas en Sedesol y regresó a Hacienda.

 Así ocurrió también con “Netza” Ornelas, quien pasó de Secretario Particular a Jefe de Gabinete, Jefe de Asesores y ahora despacha como Secretario de Obra Pública.

 De veras, ¿no hay más?

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