Esta semana estuvo por la región el Secretario del Trabajo de Jalisco, Héctor Pizano.
Vino a tener encuentro con los alcaldes para pedirles que se pongan a chambear y hagan una lista de empleados del campo que no tengan garantías laborales, que no tengan cubiertos sus derechos laborales.
La idea no está mal. El problema del Secretario es que vino a poner a trabajar a los alcaldes. Y los alcaldes pedirán que esa chamba la hagan sus colaboradores del área rural; ellos, a su vez, dirán a sus subordinados que se pongan las pilas y llenen formatos para enviarlos luego al Secretario del Trabajo.
¿Y qué pasará después de tres años de “trabajo”?... Nada.
La idea de venir a Los Altos para hacer un recuento de cómo se evaden las responsabilidades, de cómo se simulan los Derechos laborales en el campo, resulta antojable para echar retos, hacer apuestas, de cuántas hojas se llenarán con tinta y no pase nada. Se dejen al olvido esos documentos.
Pizano tuvo la bendición del diputado federal panista, Elías Iñiguez, quien aplaudió lo que hace el gobierno priísta de Aristóteles. Ya con eso se cumple. Con las flores y cebollazos que se otorgan unos a otros.
Esperamos que pronto Héctor Pizano nos diga cuántos empleados del campo no tienen Seguridad Social; cuántos trabajan en condiciones infrahumanas, con salarios de hambre y sin fondos para la vivienda o de guarderías o de salud.
Después de que nos informe el Secretario de eso, nos dará harto gusto saber qué hará con los patrones que no pagan lo correcto, que simulan ante las autoridades. Y, por último, ojalá nos diga cuándo instalarán en la región una Junta de Conciliación y Arbitraje para dirimir aquí, en Los Altos, los temas laborales de patrones y empleados de Los Altos.
Me gustaría confiar en los políticos, pero ellos se empeñan en venir a contar cuentos, o a echarse cebollazos, a llenar hojas de asistencia o en campañas electoreras.
¿Saben por qué no funcionará la propuesta del Secretario Pizano en Los Altos?, porque vino a poner a trabajar a los alcaldes…
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