Como una estrategia de no sé quién, que pretende defender a no sabemos quién, y que no tiene claridad acerca de a quién va dirigida, este fin de semana se podría llevar a cabo una “marcha ciudadana por las personas desaparecidas”.
Juan Ramón Márquez (exsecretario del gobierno panista de Tepa) se presenta como líder de una Unión de Comités Vecinales y Organizaciones Sociales (lo que sea que eso signifique) y explica en una entrevista “Al Aire” que quieren alzar la voz para que todo el mundo escuche que ¡Ya basta! de personas desaparecidas, de muertes de periodistas, de estudiantes levantados.
Al abogado le acompaña un numeroso grupo de antipriístas, quienes han mostrado en diversas ocasiones y en varios espacios su oposición a ese partido.
Dicen que la marcha de este fin de semana es “por los desaparecidos”, que hasta el obispo de San Juan de los Lagos les reclamó: “¡Se estaban tardando!”
Yo no sé si el panorama político-electoral cambie con esa marcha.
Tampoco tengo certeza de que la voz que alcen se alcance a escuchar.
Dudo que la delincuencia organizada se espante con esa marcha. O que los funcionarios (distraídos en elecciones, concesiones y concertacesiones) los atiendan, ¡Y menos en día domingo!
Creo que aún con esa genuina o ingenua marcha, el lunes amaneceremos con las mismas estadísticas.
Nada nos daría más gusto que levantarnos el lunes y descubrir que, gracias a esa manifestación, la gente tomó conciencia y dejó la macabra vida de la delincuencia, que los políticos aplicarán métodos rigurosos contra los malandrines y que las madres y padres de familia ya no padecerán la angustia de no encontrar a sus hijos levantados o desaparecidos.
Alcemos la voz pues, con la esperanza de que el lunes las cosas serán diferentes.
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