Un idiota en el poder


• Son tantos que pueden elegir a un presidente

• Ninguno podrá parar la violencia y delincuencia

Después del segundo debate ya no hay mucho que decir acerca de los candidatos a la Presidencia de la República. Si viviéramos en un país desarrollado con una democracia bien arraigada, como Francia, Inglaterra o Estados Unidos, estaríamos analizando ahora cuál es el mejor candidato entre José Antonio Meade y Ricardo Anaya. Pero no es el caso.

Hace algún tiempo estaba yo desayunando en un mercado de Xalapa llamado La Rotonda, en la fonda o restaurante que más me gustaba y que tiene unas banquitas alrededor del área donde preparan la comida. Como va mucha gente y no se dan abasto, además de dichas bancas hay unas sillas frente a una repisa adosada a la pared del mercado, en donde se sientan a comer quienes no alcanzan lugar en torno al área de comida, de manera que quedan los clientes espalda con espalda con un pequeño espacio entre unos y otros de unos 60 centímetros de ancho, sólo para que pasen por ahí las meseras.

Estaba yo desayunando cuando llegó una señora que preguntó: ¿Se puede uno sentar donde sea?, ¿también acá (el área de las sillas) es del mismo negocio? Era tan evidente, tan obvio que se trataba del mismo negocio, que lo primero que pensé fue “no pendeja, si te sientas ahí pides a gritos lo que quieras comer y te lo traen de la calle, del otro lado del muro del mercado…”

Después le platiqué del caso a un amigo, también periodista él, agregando “¿cómo puede haber gente tan pendeja?, ¿cómo es que pueden sobrevivir cuando parece que no tienen ninguna capacidad para razonar?, yo pensaría que nomás al cruzar la calle los podrían atropellar y matar, porque no piensan. Y hay muchos, demasiados pendejos…”

“Hay tantos -me contestó- que son mayoría, nos gobiernan...”

Vino a mi mente esta anécdota ahora que leí una frase célebre del cantautor y filósofo argentino Facundo Cabral, quien dijo: “Le tengo mucho miedo a los pendejos, porque son muchos y pueden elegir un presidente”. Algo parecido dijo el periodista brasileño Apparicio Fernando de Brinkerhoff: “Si hay un idiota en el poder es porque quienes lo eligieron están bien representados”. No sé por qué también se le atribuye esta frase a Mahatma Gandhi pero es del brasileño.

Lo que sí dijo Gandhi cuando le preguntaron cuáles eran los factores que destruyen al ser humano, respondió:

“La política sin principios, el placer sin compromiso, la riqueza sin trabajo, la sabiduría sin carácter, los negocios sin moral, la ciencia sin humanidad y la oración sin caridad“. ¿Le suena?


Digo que después del segundo debate ya no hay mucho que decir de los candidatos, porque si luego de ver y oír cómo López Obrador, en lugar de contestar a las preguntas que le hicieron, lo único que hizo y dijo fue esconder su cartera para que no se la fuera a robar Ricki Rickín Canallín… Si luego de constatar -repito- el nivel intelectual y cultural del candidato de Morena, alguien  lo quiere en la Presidencia de la República y vota por Él, pues ya no hay nada que hacer. Estarán bien representados.

Por eso deberíamos de hablar de otra cosa. Como de la violencia del crimen organizado que se han apoderado ya de Jalisco y de la mayor parte del país. Nos estamos acostumbrando a saber diario de asesinatos, ejecuciones, enfrentamientos, secuestros, extorsiones… Ya nada nos sorprende, comentamos durante dos o tres días que tres estudiantes de la Universidad fueron asesinados y disueltos en ácido y enseguida se nos olvida. Hay un atentado contra el ex fiscal de Jalisco en Guadalajara, en plena zona rosa a las 5 de la tarde, con cientos de balazos, tres muertos y no sé cuántos heridos, y aunque murió un bebé en un camión del servicio urbano al que los delincuentes le prendieron fuego (su mamá sigue muy grave), en una semana ya se nos olvidó. Hemos perdido la capacidad de asombro, nos parece normal esta matazón a la que no le vemos el fin.

No se ve para cuándo pudiera nuestro país superar esto. Ningún candidato dice qué hará y cómo lo hará para terminar con tanta violencia.  Bueno, López Obrador sí dice, cuando le preguntan ¿cómo le piensa hacer para combatir a la delincuencia? contesta: “acabando con la corrupción”, ¿cómo hacer para que se deje de sembrar amapola y mariguana en la sierra de Guerrero?, “acabando con la corrupción”, ¿cómo evitar la caída del cabello?, “acabando con la corrupción”, ¿qué hora es?, “acabando con la corrupción”. 

Es muy buena su intención de acabar con la corrupción, el problema es cómo. Él cree que con su buen ejemplo… Ojalá.
Por cierto este jueves se anunció que el señor Paco Camarena se une a la campaña de Carlos Lomelí, candidato de Morena a gobernador del Estado, y a López Obrador por supuesto.

Y en cuanto a la terrible delincuencia y violencia que azota al país, lo único que se les ocurre a todos es: más policías, mejor pagados, más armas, mejor equipo… Nadie habla de inteligencia, de cómo cortar el río de dinero que reciben los narcotraficantes a cambio de la droga y de armas que les llegan de otros países, no tienen idea… Y eso francamente es muy desalentador.

Yo estoy seguro de que una de las causas por las que ganó Peña Nieto la Presidencia, fue porque mucha gente votó por Él esperando que (como los priistas son igual de mafiosos que las bandas del crimen organizado) su gobierno sí sabría qué hacer para detener la matazón y la inseguridad que privaron durante el sexenio de Calderón, pero no, no pudo. La situación estaba tan descompuesta, había ya tantas bandas criminales y tantos delitos diario, que ya ni los priistas pudieron. Ni podrán, ni unidos el PRI y el PAN, el famoso PRIAN que ahora se llama MORENA, porque a este partido se ha ido a refugiar lo peor de ambos partidos.

Qué diabólico el plan del PRI, mudarse a otro partido, aparentar una mutación, para que la gente al votar sienta que está votando contra el PRI... Ni a Maquiavelo se le ocurrió.

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