Los recuerdos de la Navidad



Nuevamente nos encontramos amigos lectores del periódico 7 días, escribo esta sección el jueves 19 de diciembre del 2019, en una tarde fría, de posadas y mucho movimiento en la ciudad de esta época navideña, que me trae a la memoria gratos y tristes recuerdos de mi pasado, es por ello que en esta ocasión titulé a esta columna: Los recuerdos de la Navidad. 

Fueron buenos momentos cuando en compañía de toda la familia, mis padres y mis hermanos, viajamos en este tiempo a la playa, teniendo situaciones de gran alegría, con toda la algarabía y el entusiasmo de la familia en esta época tan agradable; pero también la vida fue pasando, habiendo grandes cambios, murió el primero de julio de 1996, a los 42 años de edad mi hermano el mayor, Pedro Antonio, en un accidente automovilístico, murió después en el hospital Ángeles, de León, Guanajuato, a los 85 años de edad, el 17 de abril del 2010,  mi padre Pedro Torres Moreno, posteriormente el 12 de octubre del  2017 murió mi madre, la señora Beatriz Venegas Michel (quien por cierto nació en plena época navideña, el 24 de diciembre de 1929), y mi vida cambió totalmente, porque cuando los padres mueren ya no es la misma situación, se pierde mucho de la unión familiar, ya que ellos son los que como piedra angular nos hacen sentir esa fortaleza interior de grupo, y entonces se viene un gran cambio de cada quien, mi familia, mis hijos, mi familia política, mis suegros, resultando que se nos pierde mucho de aquella algarabía familiar, se empieza a sentir la soledad, la nostalgia y el paso de los años, siendo entonces que pasa por mi mente aquella frase de don Pedro Calderón de la Barca que dice: “la vida es un sueño y los sueños, sueños son”, es tan corta la vida y se va tan rápido, que cuando menos acuerda uno ya se pasaron 10 años y después 20 años, posteriormente 30 y 40 años, quedando la nostalgia, los buenos momentos, pero también desafortunadamente  los malos momentos, sé que la Navidad es una época de luminosidad, de entusiasmo, de espiritualidad y me gusta sentirlo así, pero también es de reflexión sobre nuestra vida, nuestras acciones, las cosas buenas y malas que hemos realizado hasta ahora, porque además no es coincidencia que la Navidad, vaya acompañada del fin de año, porque es precisamente cuando hacemos una meditación en nuestro caminar, cuando nos detenemos a pensar en cómo llevamos nuestra vida, es por decirlo así el túnel que vamos atravesando para poder llegar a la luz, esa luminosidad tan fuerte que está al final del túnel, que nos arrastra hacia ella y nos hace sentir una gran paz y tranquilidad, olvidándonos de todo, sintiendo en todo nuestro cuerpo la fuerza poderosa de Dios, que entra en todo nuestro cuerpo y en todo lo que nos rodea, pero también es cuando empieza a pasar, en una rápida sucesión de momentos, toda nuestra vida, sin juzgar, sin condenar, solo viéndola como meros espectadores, una película que observamos sobre todo lo que hemos realizado, así siento yo la Navidad, como el momento de sentir, de ver, observar todas las cosas buenas y malas de nuestro caminar, pero es importante que hagamos una pausa, para ver por dónde vamos, de lo contrario podemos chocar con muchos obstáculos que se nos presentarán en el caminar de nuestra existencia, una gran maestra de yoga y con mucha espiritualidad, Tami, me dijo en varias ocasiones: “Jorge en nuestra vida cotidiana, y más en la época navideña, debemos hacer una gran reflexión, detener el camino y ver a donde vamos, hacia donde nos dirigimos, por ello es importante meditar para dirigir nuestra vida a metas más importantes”.

Creo que al recordar y reflexionar sobre nuestra existencia, vamos haciendo una valoración de todo lo que hemos hecho, y en esta época es más importante todavía, porque en el afán de comprar y comprar se nos olvida lo más importante que es el compartir, el momento espiritual que es la época navideña, y aunque vemos por todos lados luces, prisas, mucha gente con caras alegres, conviviendo en familia y en posadas y fiestas, es importante recordar también que el momento es que Jesús nació, que un niño con padres pobres y en un pesebre de Belén se dio un hecho trascendental, que cambió la vida de todo el mundo, por ello es ANTES DE CRISTO Y DESPUES DE CRISTO, además lo más importante es que nunca olvidemos, que lo relevante en la vida es el AMOR, y que la familia es motor de nuestra existencia, de nuestro vivir, pero ojala que lo tengamos en cuenta en esta Navidad, que significa nacimiento, es el nacer a una nueva existencia, un nuevo momento de nuestra vida y de nuestro existir, un gran momento de cambio y reflexión.

Y disculpen si estuve muy reflexivo en esta ocasión, pero es porque esta época me trae nostalgia, alegría y tristeza, pero en verdad a todos, amigos lectores, les deseo que esta Navidad, tengan un gran momento en compañía de sus familiares y amigos, que la pasen a todo dar y que tengan sobre todo mucha paz y tranquilidad en su vida.

Gracias por su lectura y me pongo como siempre a sus órdenes para todos sus comentarios y sugerencias en mi correo electrónico: jorgegerardotorres@hotmail.com.
Una feliz Navidad.

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