Aquí estamos nuevamente con todos ustedes amigos lectores del periódico 7 días, agradeciendo sus comentarios y sugerencias en esta sección y dejando mi correo electrónico a sus órdenes: jorgegerardotorres@hotmail.com. En esta ocasión trataré el tema: Un médico eficaz.
En esta edición hablaré sobre una persona que me tocó conocer muy bien, a la que le tenía mucho aprecio y admiración por su noble labor en favor de las personas más desprotegidas y su forma tan efectiva de curar a los pacientes, se trata del doctor Pedro Antonio Torres Venegas, quien además de ser mi hermano, era mi mejor amigo y de quien recibí buenos consejos, además de apoyo en todos los momentos que lo necesité.
El Dr. Pedro Antonio Torres Venegas nació el 7 de marzo de 1954 en Lagos de Moreno, Jalisco, en el hospital Rafael Larios de esta ciudad, sus padres fueron el Sr. Pedro Torres Moreno, agricultor y ganadero y la señora Beatriz Venegas Michel, ama de casa; él fue el mayor y tuvo 8 hermanos más, Jorge Ramón, Ana Beatriz, Jorge Gerardo, Sergio, José Raúl, Miriam, María Concepción y Gabriela del Carmen. Realizó sus estudios de primaria y secundaria en el Instituto Laguense de la Salle, posteriormente la preparatoria en la única que había por esas fechas en Lagos de Moreno, denominada Preparatoria Lagos, posteriormente se fue a vivir a Guadalajara para estudiar allá su carrera de Médico Cirujano, se distinguió por ser de los mejores alumnos de su generación estudiando en la Universidad de Guadalajara; al terminar la carrera se regresó a Lagos de Moreno, realizando su internado en el Hospital Regional y después puso su consultorio en la calle Rita Pérez # 273 ubicada en el centro de esta ciudad. Una de las características del Doctor Pedro Torres es que siempre fue muy dedicado a su carrera, teniendo siempre la idea de que lo más importante era la curación a fondo del paciente y en ese sentido Él observó que había muchas cosas de la medicina alopática que no le agradaron, se hizo vegetariano y se decidió a realizar estudios de Medicina Natural, para esto viajo a la ciudad de México donde estuvo 2 años con el Dr. Siegfried Baumbach (quien es toda una autoridad en este tema), trabajando con él y aprendiendo de naturismo; posteriormente se regresó a Lagos, saliendo mucho a los centros naturistas que hay en Jalisco y en Guanajuato para dar consulta en estos lugares; además ayudaba a su padre en el rancho donde utilizó la medicina natural en las vacas, realizando curas asombrosas de animales que prácticamente estaban desahuciados; también realizaba consultas totalmente gratuitas con la gente del rancho San Isidro de abajo (propiedad de su padre), donde se metía a fondo para curar a las personas por medio de las prácticas médicas del famoso Manuel Lezaeta Acharan, curándolas con el régimen de alimentación sana, la doctrina térmica de la salud, el lavado de la sangre y el ayuno; sus prácticas médicas asombraron a muchos doctores, principalmente porque curaba a pacientes que estaban en muy malas condiciones, pero también había mucha envidia de médicos que no podían dar crédito a que se pudiera curar por medio del naturismo, por lo que tuvo que enfrentar muchos problemas con la Secretaría de Salud, que quería conocer a fondo como es que realizaba sus curaciones, mencionándole que cómo era posible que pudiera realizar esas curaciones con la medicina natural, a tal grado llegaron con sus ataques que incluso quisieron suspenderle su cédula profesional, pero él siempre se defendió con lo mejor que podía, enseñándoles que sus pacientes estaba ya en buenas condiciones, por lo que nunca le pudieron hacer nada.
En marzo de 1989, cuando inicié en Lagos de Moreno el canal de televisión con el programa En punto, mi hermano el Dr. Pedro Antonio Torres me apoyó con una sección en el programa que se llamaba Usted y su salud, donde daba consejos de medicina natural a las personas y las orientaba en sus problemas, éste era un programa en vivo, en donde la gente participaba con sus comentarios a la televisora y realizaban preguntas de diversa índole, siendo la sección que más le agradaba a la gente donde participaba el Dr. Pedro, teniendo muchos cuestionamientos sobre cómo aplicar las curaciones; me siento orgulloso de decirles que mi hermano tenía una forma de explicar la medicina donde se entendía todo de una manera más eficaz y es por esto que tuvo mucho éxito.
Una de las conferencias que dio el Dr. Pedro Antonio Torres y que me llamó mucho la atención, fue la que efectuó en marzo de 1996 en el CONALEP de Lagos de Moreno, donde él era maestro y habló sobre la importancia del ayuno, así como la manera tan efectiva de curar a la gente a través de este método, él decía que la mejor forma de saber cómo está nuestro cuerpo, era realizando el ayuno de todo el día, tomando de una sola clase de fruta o únicamente agua, desde el amanecer hasta el anochecer, de esta forma podríamos captar donde está el problema más fuerte de nuestro organismo, al sentir las partes donde tenemos un dolor más concentrado y es donde se acumularía el problema, también comentó en esta platica que el origen de todas las enfermedades radica en el estómago y es por las comidas inadecuadas y la mala digestión que se provoca el estreñimiento y por consecuencia la mala salud.
El 1 de julio de 1996, cuando el Dr. Pedro Antonio Torres Venegas venía de la ciudad de Guadalajara, rumbo a Lagos de Moreno, con 3 amigos más y esperando a pagar en la primer caseta de cobro, una pipa cargada con 19 000 litros de gasolina y con un chofer inexperto y desvelado, prácticamente se les estampo encima al quedarse dormido, teniendo una muerte instantánea mi hermano y sus 3 compañeros.
Unos años después, la gente que trabaja en San Isidro me pidió que si podría hablar con la gente del ayuntamiento de esta ciudad para solicitar que la calle principal de esta comunidad llevara el nombre de Dr. Pedro Antonio Torres Venegas, por lo que hablé con las autoridades municipales y estuvieron de acuerdo en que mediante un consenso de los habitantes, que solicitaban que la calle llevara ese nombre, se les otorgaba este pedimento.
Ahora, a 23 años de su muerte, lo evoco con orgullo y satisfacción, siendo para mí un gran ejemplo de vida, por lo que hizo por los demás, siendo además muy estimado tanto en la comunidad del Rancho San Isidro, como en el CONALEP, donde fue maestro y los alumnos lo querían mucho, además de que tenía una gran cantidad de amigos que todavía se acuerdan de él con mucho afecto, independientemente de nosotros sus hermanos que lo recordaremos por siempre.
Gracias amigos lectores, por leer este breve espacio de la vida de mi hermano.
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