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Una escuela llamada Apertura
Por Georgina González Ontiveros


Miren nada más. Ahora resulta que no andaba tan errada hace una semana cuando parecía que todos los equipos malos ganarían. Sí ganaron, pero hasta la fecha que se acaba de ir, la 16, cuando todos los equipos están apurados por hacer puntos que los lleven a la liguilla.

Como si estuvieran en la prepa, algunos clubes estuvieron llevándose el torneo despacito, despacito, sin preocuparse por ganar o jugar bien. Total, cuando llegue el momento se pondrán a trabajar. ¿Pero cuándo es el momento?

A Chivas el momento le llegó el 27 de septiembre, cuando le ganó al Atlas y de ahí comenzó una racha invicta hasta la fecha 16, contra Puebla. Es irónico: con un equipo malo levantó (perdón Atlas) y con un equipo malo se volvió a caer. A Pumas, en cambio, el momento le llegó en los últimos tres partidos y después de pasarse siete semanas causando lástimas, con dos juegos ganados subió al liderato de grupo y con un pie en la liguilla. Pobre UNAM, tiene porros hasta en el fútbol.

América también decidió que unos cuantos partidos en la recta final del torneo le son suficientes para clasificar a la liguilla, pero puede que le hayan salido mal las cuentas y tendrá que esperar hasta el último día para saber si le resultó el experimento.

Otros, en cambio, jugando bien en la mayor parte del torneo se cansaron al final y comenzaron a regalar partidos: Atlante perdió contra ¡Necaxa! pero al menos no siguieron perdiendo y les puso en su madre a los Tecos, mientras que estos antes se toparon con las Águilas hace un par de semanas y desde ahí no ha podido cantar como cantan los tecolotes cuando el indio (o una águila, o un tuzo o un puma) se muere. Casi creo que sería mejor hacer como Toluca, que entre empates, algunos triunfos y algunas derrotas, tiene buenas posibilidades de clasificar a las emocionantísimas finales del Apertura.

Total que la fecha 16 y los partidos pendientes del miércoles pasado estuvieron bastante, digamos, impredecibles y las quinielas se rompieron, porque a los equipos les llegó el apuro y los que perdían de pronto ganaron, ya sea para clasificar (Pumas) o para alejarse del fondo de la tabla de porcentajes (Necaxa y Puebla), o nomás por molestar, como el Atlas, que le complicó las cosas a Morelia.

El caso es que ya sólo falta una jornada y la liguilla no se define. Sólo está seguro San Luis, que es un equipo muy bueno pero con poco arrastre, y Pumas, dicen los periódicos, aunque yo por más que hago cuentas todavía no lo veo adentro. Chivas y América están sufriendo, Santos está rezando y todos los demás están comprando calculadoras para hacer todas las combinaciones posibles que de cualquier manera no pueden controlar, porque todo se va a decidir en las canchas, que es donde deberían ponerse a trabajar los equipos desde el principio, digo yo.

Pero qué emocionante, me cae que sí.

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