A la cárcel por mano larga

Fue acusado de abuso sexual por
tocar a una mujer en el microbús

Ciudad de México (3 diciembre 2008).- Miguel Ángel Olvera lo pensará dos veces antes de tocar los glúteos de una mujer.

El hombre de 32 años de edad estuvo casi 3 meses en la cárcel, fue sentenciado a un año 8 meses de prisión y tuvo que pagar 10 mil pesos para salir del reclusorio... todo por tocar el trasero de una joven a bordo de un microbús.

La averiguación previa señala que el 22 de septiembre el padre de familia viajaba en el microbús a la altura de la Colonia Lindavista, en la Delegación Gustavo A. Madero. Él estaba sentado detrás de una mujer. Sin embargo, cuando ésta se recorrió al lugar de la ventanilla para cederle el asiento del pasillo a una anciana, el carpintero metió la mano, con la palma hacia arriba, entre el hueco que se forma entre el respaldo y el asiento.

Sin percatarse, la mujer se sentó sobre los dedos del individuo. "El contacto duró entre dos y tres segundos", indica la declaración de la estudiante.

La joven de 22 años le reclamó, pero ambos siguieron su camino sin que nadie interviniera. Ambos descendieron 15 minutos después en el paradero de Indios Verdes. Ahí la estudiante comenzó a seguir al agresor hasta que se topó con un policía y le pidió que detuviera al hombre.

Miguel Ángel fue trasladado a la Fiscalía de Gustavo A. Madero y después consignado al Reclusorio Oriente, donde lo hallaron responsable del delito de abuso sexual. En un principio dijo que era inocente, pero para agilizar el juicio optó por declararse responsable.

Hasta que cumpla con la sentencia, deberá acudir a firmar cada semana a Santa Martha Acatitla.

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