Otra vez con la pena de muerte


Qué mitote se ha armado con la aprobación por parte de los diputados priístas y verde ecologistas de Coahuila, no de la pena de muerte en su estado, sino de una iniciativa que les mandó el gobernador Humberto Moreira, para que ellos a su vez promuevan ante el Congreso de la Unión una reforma constitucional que permita a los estados incluir la pena de muerte en sus códigos penales, esto para los secuestradores que den muerte a sus víctimas.

Los diputados panistas tomaron la tribuna, hubo abucheos, gritos e insultos entre legisladores de las diversas bancadas a lo largo de casi tres horas, pero con todo y eso la noche del miércoles quedó aprobado el dictamen para que el Congreso de Coahuila promueva esa reforma que modifique la Constitución Mexicana y decrete la pena de muerte en esos casos.

El tema desató la polémica desde temprano, pues los legisladores de Acción Nacional pidieron quitar el dictamen del orden del día, argumentando que no hubo una lectura de la iniciativa y que no se siguieron los procedimientos legislativos correspondientes.

Al mediodía panistas y priístas debatieron por una hora y media ese punto y se dijeron hasta de lo que se van a morir, César Flores Sosa calificó al priísta Demetrio Zúñiga como servil, porro y lambiscón por respaldar la propuesta del gobernador de Coahuila.

El coordinador de la bancada del PAN, José Antonio Jacinto Pacheco dijo que quería que quedara muy claro que Acción Nacional es un partido con principios y legalidades y que están en contra de secuestradores, pero que la visión del Ejecutivo es muy simplista.

"Cuando veamos el cuerpo de un hijo mutilado, destazado, que nos lo manden en un paquetito, después de un día de plagio, seguramente nuestro sentir sería muy diferente, y eso nos lo puede decir alguna familia que sea víctima", le respondió el coordinador de la bancada del PRI Horacio del Bosque.

Los panistas muy enojados aseguraron que no se estaban respetando sus intervenciones y el sentido de su voto, y tomaron la tribuna por varios minutos, lo que provocó una gran confusión y disputa y hubo incluso manotazos en el Pleno.

Pero después de las 10 de la noche se emitió la votación final y hubo 22 a favor de la iniciativa y 9 en contra, así que se acordó enviar al Congreso de la Unión la propuesta para modificar los artículos 14 y 22 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

¿Qué dicen esos artículos?, bueno, el 14 dice que: "Nadie podrá ser privado de la vida, la libertad o de sus propiedades, posesiones o derechos, sino mediante juicio seguido ante los tribunales previamente establecidos, en el que se cumplan las formalidades esenciales del procedimiento y conforme a las leyes expedidas con anterioridad al hecho".

"Mediante juicio", dice, o sea que sí se puede privar de la vida a alguien, después de juzgarlo y si la pena de muerte está incluida entre los castigos._

El artículo 22 dice que: "_Quedan prohibidas las penas de mutilación y de infamia, la marca, los azotes, los palos, el tormento de cualquier especie, la multa excesiva, la confiscación de bienes y cualesquiera otras penas inusitadas y trascendentales. No se considerará como confiscación de bienes la aplicación total o parcial de los bienes de una persona hecha por la autoridad judicial, para el pago de la responsabilidad civil resultante de la comisión de un delito, o para el pago de impuestos o multas, ni el decomiso de los bienes en caso del enriquecimiento ilícito en los términos del artículo 109".

Ni siquiera menciona ese párrafo inicial la pena de muerte. Pero en el siguiente agrega: "Queda también prohibida la pena de muerte por delitos políticos, y en cuanto a los demás, sólo podrá imponerse al traidor a la patria en guerra extranjera, al parricida, al homicida con alevosía, premeditación o ventaja, al incendiario, al plagiario, al salteador de caminos, al pirata y a los reos de delitos graves del orden militar".

Está prohibida pues la pena de muerte pero "por delitos políticos", y está permitida por la Constitución en varios casos: "al traidor a la patria en guerra extranjera, al parricida, al homicida con alevosía, premeditación o ventaja, al incendiario, al plagiario, al salteador de caminos, al pirata y a los reos de delitos graves del orden militar."

El secuestrador que asesina a su víctima, ¿no es un homicida con alevosía, premeditación y ventaja? Si lo es ya está contemplada la pena de muerte en la Constitución para este delito. Entonces ¿cuál es el problema?, ¿por qué tanta alharaca?

Los diputados priístas de Coahuila, por iniciativa de su gobernador, proponen que el artículo 22 de la Constitución diga: "Queda prohibida la aplicación de la pena de muerte y sólo podrá imponerse tratándose del homicidio que se cometa con motivo de un secuestro, en los términos de la legislación penal aplicable".

A mí me parece que tal reforma no choca con lo que establece ya la Constitución, pero el coordinador de la bancada del PAN en el Senado, Gustavo Madero Muñoz recordó que la Constitución prohibe la pena de muerte en nuestro país, no dijo en dónde, en qué artículos, pero sí dijo que una ley estatal, en este caso la de Coahuila, "no puede ir en contra de nuestra Carta Magna"; y Carlos Navarreta, el líder del grupo de los senadores del PRD, pidió al gobernador Moreira recapacitar, porque dijo que no puede haber ejecuciones ni verdugos en México.

Gustavo Madero fue más allá y le advirtió al gobernador de Coahuila que si aplica la pena de muerte en su estado, sería sujeto a un juicio político para destituirlo como gobernador, ya que dicha sanción capital está prohibida por la Constitución. Y dale...

Ni siquiera entiende el líder de los senadores panistas de qué se trata, por lo que el priísta Manlio Fabio Beltrones le tuvo que contestar en un comunicado de prensa que "sufre una confusión, la legislatura de Coahuila -dijo- no ha aprobado el establecimiento de la pena de muerte en ese Estado, sino solamente una iniciativa de reformas a los artículos 14 y 22 de la Constitución, para volver a establecer la procedencia de la pena de muerte".

Beltrones le explicó a Madero que la iniciativa llegará a las cámaras del Congreso de la Unión, y por lo tanto serán los legisladores federales, diputados, y senadores, "incluido el propio senador Madero" quienes la revisen, dictaminen y decidan o no lo procedente.

Y le recordó además que independientemente de la polémica por este tipo de propuestas, nadie puede negar a una legislatura estatal el derecho que tiene para presentar iniciativas de ley ante el Congreso de la Unión.

Y si esos son los hombres más brillantes que tiene el Partido Acción Nacional, como el coordinador de sus senadores que ni siquiera entiende de qué se trata esto que aprobaron los diputados de Coahuila, cómo estarán los demás...

Con razón se los han tragado los priístas y Beltrones hace y deshace a su antojo.

También el presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, el también priísta César Duarte, defendió el derecho del Congreso de Coahuila a presentar una iniciativa a favor de la pena de muerte, y pidió analizarla y no desecharla a priori. "Hablo -dijo- de que tenemos que ir a un gran debate nacional, la sociedad está agraviada, está temerosa y por ello es importante que el Congreso de la Unión sea receptivo".

No sé usted qué piense, estimado lector, pero creo que si se diera un gran debate nacional sobre este asunto, el diputado Duarte no anda tan equivocado, y que muchos mexicanos estarían a favor de la pena de muerte, especialmente para estos casos en los que los secuestradores asesinan a sus víctimas.

Que esa medida no va a terminar este delito es cierto, que ni siquiera lo va a disminuir, probablemente; pero la familia del secuestrado y asesinado sentirá que se hizo justicia. Y eso, justicia, es lo que más falta hace en este país.

Ya el estado de Veracruz dio un paso adelante en cuanto al delito de secuestro, se estableció la cadena perpetua como pena. Coahuila da otro, propone reformar la Constitución para establecer la pena de muerte. Y si hubiera quién dé los siguientes, como los diputados y senadores del PRI, bienvenido.

¡Asesino!, ¡criminal!, ¡enemigo de los derechos humanos!, ¡traidor a la raza humana!, eso y más van a opinar de mí por estar a favor de la pena de muerte. Me vale... Respetaré las opiniones en contra, pero me sostendré en las propias.

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