Panorama de Arandas


Por Rubén Arias Barajas

Parece que crisis vendrá en serio

Vaya para Ustedes el saludo semanal de costumbre.

Puede que suene muy repetitivo o trillado lo que encabeza la presente nota, pero quisiera de todas formas abundar un poquito en ello, porque hasta los que no son muy observadores, se podrán dar cuenta que los restaurantes, cines, centros de diversión y grandes tiendas, se ven escasos de clientela, junto con los demás tipos de negocios.

No puedo olvidar aquella afirmación que hizo una ama de casa cuando mencionó que ella no necesitaba para nada conocer de finanzas y que le daba risa lo que algunos políticos decían en tiempos de crisis respecto de que las cosas no estaban tan graves, pues afirmaba que sin tener estudios, le bastaba con ir al mercado y con el mismo dinero que le daba su marido por concepto de gasto, simple y sencillamente observaba que su bolsa o canasta del mandado, llegaba más vacía a su casa cada vez. Es una forma sencilla o rústica pero no por ello absolutamente cierta, de conocer los incrementos de los productos del consumo diario en nuestra vida cotidiana.

Me causó cierto temor la afirmación de un amigo mío que vive en el vecino país del norte con quien, recién llegado, tuve una conversación preguntándole respecto de la situación financiera o económica que se vive en los Estados Unidos en este momento, pero visto desde el ángulo de la gente trabajadora de la calle, no de la macro economía. Su respuesta fue contundente, pues me dijo que tan solo en Las Vegas, donde él estuvo hace pocos días, se dio cuenta que los casinos lucían casi vacíos y que al preguntar con algunos hispanos, le dijeron que se había bajado la clientela como en un 80% lo que es a todas luces algo alarmante.

También me comentó que le informaron que muchos hispanos habían perdido no sólo su casa o coche, sino también su trabajo y que estaban batallando para pagar la renta los que no tenían casa propia, por lo que muchos de ellos estaban tomando la determinación de regresarse a México o trasladarse hacia otros estados de aquel país en busca de mejores oportunidades.

Dijo que también le informaron que aproximadamente l20 mil mexicanos que vivían en Las Vegas, de plano se salieron de esta ciudad, posiblemente con destino a regresar a México y que en estos días que ingresó a este país, se pudo dar cuenta de enormes filas de paisanos regresando a México pero con camionetas cargadas con su menaje de casa, lo que devela que están viniendo no de visita, sino a quedarse de regreso a su tierra.

Y me pongo a pensar que si solamente de Las Vegas, tantos mexicanos se pudieron haber venido de regreso a México, pues si nos ponemos a pensar en el número de personas que también de otros Estados del vecino país del Norte hayan tomado la determinación de regresar a casa, pues entonces la cantidad de puede multiplicar muchas veces.

El problema de tal decisión, consiste en que también acá hay crisis y dicen que va para rato, pues que el año que entra lo comenzaremos a sentir más en serio, cuando se empiece a agotar el dinero circulando por concepto de bonos, vales, aguinaldos y el sentimiento festivo que nos enajena a veces y nos hace gastar el poco dinero que tengamos, para luego enfrentar la dura realidad del mes de Enero y lo que sigue, pero con los bolsillos vacíos y probablemente con la sorpresa de ser cortados de nuestro trabajo, lo que de plano sería casi fatal.

Lo anterior conociendo nuestro entorno y la circunstancia que se vive, pero para todos aquellos que se desarraigaron y a lo mejor carecen de información amplia y fidedigna de lo que está ocurriendo también en nuestro país, puede que les vaya a sorprender todavía más, pues la ausencia de oportunidades de negocio o de trabajo también las van a encontrar aquí.

No sea que nos vaya a pasar lo que al Mil Usos en la película que espero que hayan visto hace algunos años, en donde inicia cruzando a los Estados Unidos y le va muy mal, pues queriendo solucionar sus problemas económicos en su País, se encontró con circunstancias adversas que le hicieron parar hasta en la cárcel y de los dólares, ni alcanzó a conocerlos, por lo que fue deportado o repatriado a México y la película de marras termina cuando en el puente fronterizo que divide a estos dos países, le pregunta a un policía que si para un lado es Estados Unidos y le dicen que sí, luego pregunta que si para el otro lado es México y le contestan afirmativamente, por lo que levanta ambas manos apuntando hacia uno y otro lado y concluye diciendo: “chin… a su ma… los dos”, porque ninguno de los dos países pudo ser una solución para su crítica situación.

Nos leeremos en la próxima entrega.

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