Semanario 7 días

Como el Atlas, o peor

Me dicen que la señora Cecilia González convocó el lunes pasado a una rueda de prensa (a la que por cierto no invitó a periodistas que le sirvieron bien durante su campaña y aun antes de ser candidata) para dos cosas, la primera para hablar de la municipalización de Capilla de Guadalupe, y la segunda para que los medios de comunicación asistentes -y a través de éstos la ciudadanía- constataran que su grupo no será minoría en el cabildo y con ese fin se hizo acompañar de la mayoría de los integrantes de su planilla.

Un amigo reportero de un medio electrónico comentó que sólo habían asistido a la rueda de prensa seis regidores y la alcaldesa, lo que de ser cierto confirmaría que ésta no las tiene todas consigo y que no podría ganar votación alguna en el cabildo, que consta de 17 ediles; pero luego mi compañero y amigo Tabasco me aclaró que ese dato era inexacto, que sólo faltó uno, si acaso dos, de quienes integraron originalmente la planilla que compitió contra la del PAN encabezada por Arturo Pérez Martínez.

O sea que según esta versión comparecieron ante los medios diez ediles, o por lo menos 9, lo que ya representará una mayoría simple en el cabildo de mantenerse unido por lo menos ese grupo. Luego me llegó el dato preciso, asistieron ocho, faltaron tres, pero de esos tres, 2 son gente de Cecilia, así que no hay problema con ellos (si es que no se les vuelve costumbre faltar también a las sesiones del Cabildo).

No sé si para convocar a esa rueda de prensa tuvo que ver un poco el comentario que hicimos hace una semana en este espacio, en el que hacíamos cuentas acerca del origen (político) de los ediles. Decíamos que la señora Cecilia sólo pudo colocar en su planilla a tres candidatos a regidores y al síndico, más Ella, cinco. De los otros 12, seis son del PAN y los va a pastorear Arturo Pérez Martínez; dos son posiciones del diputado Juan Carlos Castellanos (Alberto Martín y Alejandro González), dos más son posiciones del presidente del PRI Oscar Navarro (su hijo, homónimo, y Gerardo Pérez Martínez), y los dos restantes son los del Panal (María Elena Téllez y David Elizalde).

Con Alberto y Alejandro no hay problema, ya fueron incluso compañeros de doña Cecilia en el ayuntamiento, sin duda la alcaldesa contará con su apoyo y con sus votos. Claro que... si se ven marginados, si no se les toma en cuenta para nada, pues eso calienta... Pero aún con estos votos seguros serían sólo 7, insuficientes para sacar adelante un acuerdo de cabildo. Y el problema se podría presentar, dijimos, con los votos de Oscar Navarro y de Gerardo Pérez, quienes fueron incluidos en la planilla a chaleco y con malas artes por parte del dirigente municipal del Partido.
Dicen y dicen bien que palo dado ni Dios lo quita, y dicen también que hay que ponerle al mal tiempo buena cara. Si no se pudo echar abajo la inclusión de estos dos personajes en la planilla antes de la elección, lo que procedía, ya como regidores electos, era el acercamiento, la conciliación, limar asperezas y tratar de hacer equipo, pero se cometió el error de tratar de tomar venganza promoviendo la renuncia de Oscar Navarro padre a la presidencia del PRI municipal, lo que para colmo de males ni siquiera logró la gente de doña Cecilia, nomás dejaron más enconado el asunto.

Los dos regidores del Panal no acatarán más directriz que la de su dirigencia sindical, si en cada asunto que haya que discutir y aprobar los intereses de ésta coinciden con los de la presidente municipal, tendrá su voto, si no pues no.

Así que hay cinco votos seguros, siete casi seguros incluyendo los de Alberto y Alejandro; y otros seis también seguros pero en contra, los del PAN; quedan cuatro que, como pueden irse para un lado pueden irse para el otro, en bloque serán un peligro. Si no se unen en contra, la señora Cecilia sólo necesita dos de esos cuatro votos para gobernar (claro, si no falta nadie a la sesión de cabildo cuando de aprobar algo se trate).

Me dicen que el lunes la acompañaron a la rueda de prensa Oscar y Gerardo, buena señal, aunque podría no ser definitiva... Como quiera 9 contra 8 es una diferencia muy estrecha, la ventaja será mínima, endeble, pero personalmente me da gusto, por el bien de Tepatitlán, que el partido que ganó la elección haya avanzado un poco en este asunto, si se consolida esa mayoría hasta asegurar los 11 votos, o por lo menos diez, será gobernable el municipio y algún avance habrá de tener.

El otro asunto es el de la independencia de Capilla de Guadalupe. Espero que a estas alturas ya se haya convencido la presidente municipal electa de que las autoridades panistas que aún despachan en el palacio no van a resolver nada, que le van a dejar el paquete, que no le van a evitar la mortificación de verse entre la espada y la pared.

Al día siguiente de la rueda de prensa mencionada, se reunió el cabildo para tomar un acuerdo en el sentido de que si insiste Capilla en la cantidad de territorio que quiere, no; si insiste en que se quiere llevar a San José de Gracia, no; si insiste en esto, no; si insiste en aquello, no; o sea que no. Un gobierno de Acción Nacional no va a permitir que Capilla de Guadalupe se separe de Tepatitlán, entre otras cosas porque el voto capillense ha sido tradicionalmente priísta y no los van a premiar otorgándoles su independencia.

Ya inventaron que le van a solicitar al Instituto Electoral y de Participación Ciudadana de Jalisco que les diga cómo y cuándo pueden realizar un plebiscito, es decir, una consulta general a la ciudadanía de San José de Gracia para saber si quieren pertenecer a Capilla o no, y como el IEPC se va a demorar por lo menos un mes en contestarles pues... termina su administración y se van sin resolver este asunto tan complicado.

Pero independientemente de eso, de la influencia y los prejuicios partidistas, ninguna autoridad de Tepatitlán, nacida en Tepatitlán, va a estar de acuerdo nunca en que pierda territorio y presupuesto su municipio, eso es algo natural, lógico y comprensible, a ninguna población le es fácil conseguir su independencia, si fuera fácil no habría guerras de independencia, el País Vasco y Cataluña llevan años, décadas, tratando de separarse de España, unos por la vía pacífica y los otros haciendo estallar coches bomba y asesinando gente con esa y otras acciones terroristas, y no pueden.

Supongo, por lo tanto, que tampoco la señora Cecilia González va a ceder tan fácilmente a las pretensiones de Capilla, por eso ese día en la rueda de prensa (antes aún de que las autoridades panistas dieran una señal clara de que no van a resolver nada) dijo que lo que va a hacer es llamar a una mesa de diálogo a las partes (Ella es parte) para que se pongan de acuerdo, entiendo que va a llamar a la gente de San José de Gracia y a la de Capilla para negociar con ambos y tratar de llegar a un acuerdo, acuerdo que puedo anticipar que va a consistir en que no habrá acuerdo.

Me parece que el asunto no va a caminar, a menos que los independentistas de Capilla entren en razón y le bajen de yemas a sus pretensiones, porque quieren, dicen, la tercera parte del territorio del municipio, cuando su población no representa la tercera parte de los tepatitlenses, y quieren San José de Gracia. ¿Y no quieren de una vez Pegueros y Tecomatlán?, y si de pedir se trata pues Capilla de Milpillas les queda a la pasada, total, Tepa con Mezcala tiene, y además le quedaría muy lejos a la cabecera municipal de Capilla. No, ya fuera de bromas, dicen que el que poco pide nada merece, está bien que pidan, pero ya entrados en la negociación tienen que ser más razonables, porque el que mucho abarca poco aprieta, y si no aprietan pues... ahí seguirán esperando, como los catalanes y los vascos.

Lo que sí es cierto es que la señora Cecilia tiene que quedar mal con unos o con otros, y creo que será con los de Capilla de Guadalupe. Si algo les prometió en su campaña respecto a su independencia, no se los va a poder cumplir. Tiene un buen motivo que podría justificarla, la oposición de San José de Gracia donde al parecer ya hay una importante corriente de opinión en ese sentido. Y si no pues... los realistas de Tepa la pueden crear, con tal de que los insurgentes de Capilla no se salgan con la suya.

Por lo pronto es casi un hecho que ya le dejaron los panistas esa broncota a la nueva administración, como le van a dejar la de una deuda por 27 millones de pesos, que no han contratado pero que ya está autorizada; y como le dejarán también un nuevo sindicato para que no pueda correr a nadie y hacerle la vida imposible. Visto así parece que les fue menos mal a los rojinegros del Atlas frente a las Chivas, aunque a los 3 minutos de juego ya iban perdiendo por dos goles a cero. La gente del PRI en Tepa todavía no entra a la cancha y ya le metieron los Pumas tres goles. Ahí llévensela...