Panorama de Arandas

Se nos fue el año

Vaya para Ustedes el saludo semanal de costumbre Pues efectivamente, el año se nos fue como agua entre las manos, aunque estamos en la primera semana de Noviembre, pero ya sabemos que entre los días festivos que se vienen y luego llegan las posadas y zaz, se fue.

Ha sido un año duro, la crisis económica mundial que afectó al Pais, la llegada de la influenza que sigue afectando a nuestro Pais también, el desempleo, la violencia del crimen organizado, la impunidad, la corrupción, la inseguridad, el alza de impuestos y las modificaciones que alzan las contribuciones al Fisco, son ingredientes que, todos juntos, hacen la verdad un panorama escalofriante que poco minimiza el anuncio del Presidente Calderón en el sentido de que la recesión ya había tocado fondo hace unas semanas.

Sin embargo, el pueblo mexicano siempre se ha caracterizado por levantarse de momentos difíciles, pues en realidad estamos acostumbrados a ellos. Son varias las generaciones que somos hijos de la crisis, asi que para muchos de nosotros no es ninguna novedad el estar asi, pues desde que tenemos uso de razón ha sido así, no lo podemos negar.

Este asunto de las crisis, es cíclico, se presentan cada determinado periodo de tiempo, por lo que se puede decir que somos expertos en lidiar con ellas y siempre hemos salido adelante, no veo por qué en ésta no lo haríamos, hay ponerle ganas e imaginación. Claro que tendremos que ingeniárnosla para disminuir nuestro nivel de vida que en realidad cuesta trabajo pero no es imposible.

La verdad es que los medios de comunicación han sabido transmitir fielmente los efectos del consumismo. Antes no teníamos celular y no pasaba nada, carecíamos también de vehículo y nos movilizábamos solo lo indispensable, el consumo de refrescos, el segundo en el mundo, es una pena porque nos ha hecho ser consumidores de productos chatarra y ahora tenemos un porcentaje elevadísimo de personas enfermas de diversos padecimientos como la Diabetes que son consecuencia de una pésima forma de alimentarnos.

Podemos prescindir de muchas cosas y si es a la fuerza, pues mejor, no hay mal que por bien no venga, es decir, que podremos volver a la alimentación económica pero más saludable, el consumir la soya es una alternativa, porque hay platillos muy sabrosos y económicos que se pueden preparar con ella y es muy barata.

En otros tiempos podría hablar de los frijoles, pero ya se convirtieron en un artículo de lujo, pues el kilo de frijol está casi a 30 pesos, lo que sin duda para muchas familias de escasos recursos, ya no es una buena alternativa. No hace mucho tiempo, los frijoles era un platillo del cual se hablaba despectivamente para referirse a alguien muy pobre que solo consumía frijoles y tortillas, pero ambos ahora están caros y casi son artículos de lujo, pero no prescindimos de ellos de todas maneras, aunque sea con menos frecuencia. Creo que a los Legisladores, a los Políticos en general, les hace falta un baño de pueblo.

Les hace falta retirarse de los escritorios y ponerse en contacto con la auténtica gente del pueblo para que conozcan, vean y analicen, cómo es la forma de vivir actualmente y puedan sensibilizarse para poder actuar en consecuencia y en vez de otorgar subsidios a otras áreas, debieran aplicarlo a lo más elemental que es la alimentación del pueblo, que puede reflejarse, si es buena ésta, también en una buena salud y eso representaría un gran ahorro en muchos aspectos, pues los hospitales públicos tendrían menos clientela y la gente sería más eficiente, más productiva, se enfermaría menos y sería más feliz. Pero a lo mejor es pedir mucho.

Ya lo decía alguien, que a los políticos, la gran mayoría, solo les interesan sus asuntos de su futuro político personal, los de su partido, los de las cúpulas poderosas e influyentes, y al último quedan los intereses legítimos del pueblo, cuando debería ser precisamente al revés. Pero ellos mismos, sin presión importante, tampoco trabajarán en contra de sus propios intereses, pues en realidad pocos sirven a sus representados, pues obedecen a otros intereses que no son precisamente los de las clases populares.

Grandes ahorros se podrían hacer si se eliminaran algunas canonjías muy caras de las que disfrutan algunos políticos, pero esas modificaciones no las harán ellos mismos porque irían en perjuicio de sus comodidades, y muy pocos estarían dispuestos a renunciar a ellas lamentablemente. Así que a echarle ganas.

Ya, ya que se vaya el presente año que ha sido especialmente duro en muchos aspectos, que venga uno nuevo que refresque nuestras esperanzas, nuestros ideales por tener un país más justo, en el que la alimentación , la salud, la seguridad y la educación, reciban un presupuesto a la altura de las necesidades y atención muy especial de nuestros gobernantes. Nos leeremos en la siguiente entrega.

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