Congruencia







Ahora, a buscar el ojo en la paja ajena…

Así son ellos; afloró lo que cada uno trae en sus entrañas.
 Los actores de la elección interna del PRI demostraron, una vez más, ser personas más que congruentes. El proceso, la jornada y el resultado, no son más que el vivo reflejo de lo  que cada uno de los participantes da como testimonio de vida.
 El líder del PRI hizo lo que pudo con el conocimiento que tiene del Municipio; para eso le alcanzó.
La alcaldesa hizo su papel: metió presión, giró instrucciones, vacacionó del gobierno a sus cuadros para que operaran la elección de su candidato oficial y lo hizo oficial candidato.
Oscar Navarro trae muy poca gente consigo, no alcanzó más del uno por ciento general, pero en su barrio, en La Capilla, él ganó su casilla.
 Nena de Anda planeó, organizó y aglutinó a un equipo que le posicionó en unas semanas como la mejor precandidata. Se administró de tal manera que, de no traer mucho peso político, hizo temblar a los poderosos dinosaurios. Es una mujer bondadosa, pero no dejada. Dejó constancia de su molestia con una impugnación esperando que no procediera, sólo como testimonio de molestia.
 El Doctor Manolo, puso a trabajar los cuadros y dejó que cada uno de sus allegados hiciera su chamba. Le entregaron la constancia y es candidato, candidato oficial, porque desde hace 20 años él era el candidato natural priísta, pero no había querido. Ahora sí quiso, y se le hizo (se la hicieron).
 De los cinco actores, podremos decir mil y una cosas junto a su proceso interno. Pero debemos subrayar la congruencia con la que cada uno actuó en este papelón.
Que nadie se diga sorprendido por lo que pasó, por lo que se dijeron, por cómo actuaron y por el resultado.
 Que nadie reclame al candidato cuando, cumpliendo su palabra, trabaje “por los más pobres… porque yo no hice campaña en la ciudad…” como lo declaró en el Noticiero Al Aire de la Radio Alteña (96.7 de FM).
 Yo le creo a Manolo, siempre le he creído porque es un hombre de palabra.
 Por eso, yo le creo que, por su congruencia, no veremos al hijo de Cecilia como candidato a regidor; tampoco veremos a Memo González en su planilla, mucho menos veremos a Martín Hernández como Síndico. El no ganó por los ricos ni por los de la ciudad y su compromiso es “con la gente de las delegaciones”. Por eso, tal vez, veamos a los seis delegados actuales en la planilla del médico, ellos sí trabajaron en sus delegaciones, ellos sí reportaron buenas cifras en las casillas del domingo.
 En congruencia, también veremos en la planilla del doctor Manolo al extraordinario promotor deportivo Iván Navarro y, para cumplir la cuota de género, seguro deberá invitar a la Secretaria General del PRI y a la hoy jefa del Instituto de las Mujeres y alguna otra mujer para cumplir con la cuota.
 Lo que no me queda claro es, en esa congruencia, dónde acomodará el doctor Manolo a su operador electoral Armando Ortiz, a quien se la debe. Veo a Ortiz como el hombre fuerte de la siguiente administración, pagándosele la corona interna y en clara alusión a su conocimiento y poder de cómo ganar elecciones.
Esas, suponemos,  serían decisiones congruentes.
 La de hoy no es una columna de futurismo, no es nota informativa, es –lo aclaro- una simple y llana reflexión sobre lo que espero ver, en la congruencia de cada actor político.

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