Se quedan sin trabajo
7 días.- Los "caseteros",
personas de bajos recursos y que son los encargados de cuidar las granjas
avícolas de Tepatitlán y Acatic, son los más afectados por esta epidemia de
gripe aviar que ha matado a un millón de gallinas en los últimos días.
Llamados así por cuidar las casetas donde
cientos o miles de gallinas son confinadas para que pongan al menos un huevo
diario, los caseteros ganan apenas de dos a tres salarios mínimos mensuales y a
veces uno o varios paquetes de huevo "cascado", que es aquel que se
rompió o está deformado y no puede ser comercializado.
Es común ver a toda una familia al
cuidado de una o más secciones de alguna granja avícola, son el eslabón más
débil y pobre de la industria avícola.
Son los encargados de proporcionarles
alimento a las aves, recoger sus huevos, limpiar sus desechos y cuando muere
alguna de ellas, recoger sus cadáveres. Para ello tienen que habituarse a los
malos olores, ambientes insalubres, así como levantarse de madrugada a esperar
que el autobús de la empresa pase por ellos para llevarlos a la granja, para
estar de nuevo en sus hogares al anochecer y convivir apenas unas horas con sus
familias.
La epidemia de estos días y que ha
causado muchos decesos de aves, ha orillado a que los avicultores den descanso
obligatorio a varios de sus caseteros, pues ya no hay gallinas qué cuidar, lo
que afecta a familias enteras.
A pesar de que esta crisis avícola ha
causado despidos masivos de obreros de esta industria, no es lo único que
reduce la plantilla laboral, pues la población de gallinas y pollos tiene
variaciones de acuerdo a la época del año y la demanda del huevo, obligando al
avicultor a despedir gente y volverla a contratar ya que las condiciones del
mercado sean favorables y hagan necesaria una nueva camada de aves ponedoras.
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