Dime quien eres y te diré con quién andas…
Hubo mucha expectativa por saber quiénes serían los priístas que cubrirán a los panistas en las Delegaciones regionales de las diferentes Secretarías de Estado.
Con la llegada de Aristóteles al Gobierno de Jalisco, muchos soñaron, por lo menos pensaron, que serían invitados a sacrificarse a cambio de unos 25 o 30 mil pesos de sueldos mensuales a cambio de ser los delegados estatales en esta zona.
Exfuncionarios de Tepa en la pasada administración cantaron muchas noches la misma canción, pero su luna no les iluminó lo suficiente.
Por mucho que le susurraron a su ángel guardián no les alcanzó para llegar a la nómina, digo, al sacrificante puesto regional.
Apenas son dos las delegaciones asignadas. Una de manera oficial ya se anunció: la Delegación de Educación le tocó al exalcalde de Cañadas de Obregón, con aquél gran currículum que trae en el área educativa, con todo su “expertise” que porta en su trayectoria, con todo lo que sabe del sector educativo, Carlos González despacha ya en la delegación educativa.
En otra oficina céntrica de Tepatitlán ya hay quien se hará cargo de firmar los registros de inmuebles y asociaciones comerciales. Un priísta de nombre o apellido Salomón viene a ocupar el lugar que en los últimos años fue de Juan Enrique Carrillo en el Registro Público de la Propiedad y del Comercio.
Las otras delegaciones aún siguen en manos de panistas, pero sólo por unas semanas, pues hay priístas que se frotan las manos por “Movilidad”, Seder, Turismo, Desarrollo Integral, Planeación y Finanzas.
La larga fila de tepatitlenses que ya se veían sentados en esas sillas, tendrán que esperar, la gran mayoría, para otra ocasión, para otra oportunidad, pues sus padrinazgos no les han sido suficientes para que les acomoden en la nómina estatal, así como se soñaban desde el 2 de julio pasado, cuando supieron que habían perdido el municipio y que, Aristóteles, sería el gobernador.
Y bueno, la tierra prometida se abre para los elegidos por “El señor”, aunque no tengan solvencia ni experiencia. Eso es lo de menos.
Los espacios prometidos siguen perdidos… o los perdidos siguen esperando sus espacios prometidos… a ver qué ocurre primero, a ver quién encuentra primero a quién.
0 Comentarios