Por obras del libramiento
Por Víctor Ontiveros Aguirre
Zapotlanejo, Jal.- La tarde del pasado
fue muy amarga para la señora Susana Pérez González, propietaria
de un negocio ubicado en la carretera La Mezquitera- Santa Fe, en
Zapotlanejo, pues llegó a su propiedad una supuesta jueza y varios
abogados acompañados de más de 50 policías estatales y
trabajadores armados con tractores y marros, se hicieron presentes y
le notificaron que simplemente empezarían a derribar muros y puertas
de su propiedad, que porque traían una orden de un juez y el amparo
interpuesto le dijeron que ya no tenía validez.
Reconoce la mujer que ya tenía dos
años en que pelea esta resolución, ya que le quieren pagar a 30
pesos el metro, siendo que su valor es de 1600 pesos, de ahí nació
todo este embrollo legal y que al parecer simplemente perdió ante el
gobierno, dijo que a la autoridad no hay quien le gane.
Con sus muebles adentro de su vivienda
les pedía que no violaran los derechos de su propiedad y varios
vecinos se arremolinaron en dicho punto y con sus cuerpos no
permitieron que las máquinas, que ya habían empezado a derribar los
muros, siguieran avanzando.
Son más personas las afectadas de
predios vecinos por donde seguirá el paso del libramiento y que
simplemente van a tirar la siembra de maíz sin importarles un comino
los sentimientos de frustración de la gente del lugar.
Como respuesta, los representantes de
la ley pidieron más refuerzos y llegaron tres camiones de
antimotines y a su vez más habitantes de las comunidades a impedir
este despojo. Al final llegó la cordura y se logró negociar una
pequeña prórroga.
Se cuartean las casas
Para el colmo de los males de lo que
ocurre en estas comunidades cercanas a los ductos de Pemex y del
nuevo macro libramiento, se está presentando otro problema que tiene
con los nervios de punta a cientos de habitantes de la Mezquitera, La
Mora y Santa Fe y es que están detonando barrenos para rebanar los
cerros por donde pasará la nueva carretera y con las explosiones se
están cuarteando las casas cercanas; por lo menos son 10 fincas que
ya presentan deterioro en su estructura.
El temor es que a escasos 800 metros de
los estallidos están los ductos de Pemex que transportan gasolina y
otros productos provenientes de Salamanca, dichos ductos tienen más
de 30 años de servicio, entonces el riesgo de que suceda alguna
catástrofe mayor es muy alto.
Señalan los lugareños que cuando se
han escuchado los fuertes estallidos han llamado a la Policía
municipal y a Protección Civil y han hecho caso omiso del problema y
esperan que que no suceda una desgracia por la negligencia de todas
las autoridades involucradas.
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