Ser menos méndigos


Por Fabiola González Ontiveros
@fabybolita

Yo quisiera contarles una historia bonita de amor, paz y renovación en año nuevo, pero la verdad es que no es mi estilo. No se me da tan bien decir mentiras, así que por eso no me hago más que los propósitos que sé que puedo esforzarme por cumplir, para qué proponerse estar a dieta estricta si nos encantan los tacos, la verdad.

A todos nos da por empezar bien el año, por intentar hacer un montón de cambios para mejorar, como cuando dicen que a partir del lunes van a hacer equis cosa; una cuestión de orden, más que nada, porque comenzar un proyecto un miércoles o un marzo en lugar de enero no se siente tan bien y está perfecto, pero a la hora de hacer cambios lo que importa no es la fecha sino decidirse a empezar de una buena vez.

Por otro lado no soy tan amargada y sí tengo buenos deseos, poquitos, pero tengo. Como hippie come flores creo que vale la pena ser más amables con la naturaleza, cuidar más el agua, que no es eterna, analizar mi contribución al calentamiento global, que no es un mito, y como no puedo revertirlo, dejar de hacer cosas que lo empeoren.

Abrazar más gente, hacer que la familia sepa que es querida; como la sonrisa es contagiosa sonreírle a las personas en la calle, pero a los cholos no, qué miedo. 

Obviamente vamos a tener días malos y horrendos, aprender a no descargar los corajes con quien no tiene la culpa y buscar soluciones, en lugar de más problemas.

Ayudar a alguien, aunque sea una vez al mes, hay montones de formas de tenderle la mano a los demás, simplemente nos faltan las ganas.

Claro, queremos tener todo lo mejor pero sin levantar un dedo y hay que trabajar por ello, nadie nos va a tratar bien si vamos todo el año refunfuñándole a la gente, así que este 2016 no digan que van a estar a dieta o que van a hacer ejercicio, que van a ahorrar o que se van a dar el viaje de sus vidas, con intentar ser un poquito mejor persona basta para que cosas buenas empiecen a llegar, porque la vida siempre regresa lo que das.

Chin, al final de cuentas sí les escribí más o menos cosas bonitas de amor y paz. No les dije que está bien vengarse de alguien muy mala onda de vez en cuando…

En fin ¡Feliz año nuevo!

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