Hay que conocer al pastor


Por el padre Miguel Ángel
padre.miguel.angel@hotmail.com

En la sobremesa de una cena de gala, un actor contratado recitaba historias y poemas de entretenimiento. Haciendo gala de su amplio repertorio, preguntó si alguien quería solicitarle un poema concreto.

Un sacerdote presente se atrevió a pedirle que le recitara el Salmo 22. “lo recitaré con la condición de que después lo recite usted. “Y comenzó a recitar”

El Señor es mi pastor, nada me falta... Al terminar la ovación fue apoteósica.

Después se levantó el sacerdote y repitió las mismas palabras.

Reinaba un silencio emocionante. Al terminar el salmo, nadie se atrevió a romper el silencio. Solo el actor se levantó y dijo:

“Señoras y señores, se habrán dado cuenta de que yo conozco el salmo, pero este hombre conoce el pastor”.

El salmo 22 del que nos habla esta anécdota es uno de los salmos más bonitos de la Biblia, porque nos va presentando a Jesucristo que siempre está atento para que no nos falte alimento, protección y ayuda durante toda nuestra vida, guiándonos siempre por el mejor camino de la salvación.


Por tal motivo, el actor fue muy sincero en reconocer que aunque él conocía el salmo de memoria y lo sabía recitar de forma excelente, sin embargo quien conoce y debe conocer más a Jesucristo Buen Pastor, es el sacerdote que todos los días celebra la Santa Misa y debe estar en íntima comunión con Jesucristo.

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