Camioneros exigen aumento y Aristóteles lo niega… por ahora


• “Nos lleva la chingada”, dicen los permisionarios

• En Tepa no hay problema, pero igual esperan el alza

Amenazaron con hacer un mega paro de camiones urbanos en Guadalajara y su área metropolitana; amagaban los camioneros con que por lo menos unas 57 rutas dejarían de operar este jueves para exigir aumento a la tarifa, lo que provocó que el gobierno del estado haya ordenado que se les revoquen sus concesiones y que de ninguna manera se autorice la subida al pasaje.

El miércoles por la tarde había trascendido que varios camioneros de Guadalajara se pondrían en huelga desde el jueves por la mañana, para exigir al gobierno del Estado que la tarifa pase de 7 a 10 pesos, argumentando que ya no es posible seguir operando con los mismos cobros cuando todo lo demás ha subido de precio.

Al día siguiente se cumplió el paro, pero de las 57 rutas anunciadas que dejarían de funcionar, sólo siete suspendieron su servicio totalmente, el resto sólo lo hizo de forma parcial, y de aquellas que nunca anunciaron sumarse a la huelga siguieron operando de manera normal.

Pero con esas rutas que se negaron a trabajar fue suficiente para desquiciar la ciudad y a los que tenían que tomar el camión para llegar a la escuela o al trabajo. Patrullas de distintas corporaciones fueron usadas como transporte colectivo para ayudar a los usuarios a llegar su destino, pero no era suficiente.

Más tarde, los permisionarios protestantes bloquearon varias avenidas con sus camiones y Enrique Galván, vocero de la Asamblea General de Transportistas, amenazó con extender el paro hasta el lunes si el gobernador no los recibía personalmente y atendía el pliego petitorio que le presentarían, donde pedirían entre otras cosas un aumento a 10 pesos al boleto, permitir que las unidades sean cambiadas hasta los 14 años de uso y que el sistema de prepago en los camiones sea manejado por los mismos concesionarios y no por una empresa ajena.

“Nos está llevando la chingada con la actual tarifa”, argumentó el líder camionero.

Más tarde Aristóteles Sandoval, gobernador de Jalisco, le respondió a Enrique Galván diciéndole que a la que se está llevando la chingada es a la gente a la que habían dejado sin transporte público, y que de ninguna manera accedería a sus exigencias, señalando que los permisionarios obligan a los choferes a prestar un mal servicio con unidades viejas y que se niegan a usar el sistema de prepago, integrarse al modelo de ruta-empresa en vez de el de hombre-camión, entre otras cosas.

Agregó que si seguían los camioneros renuentes a levantar el paro, se empezaría a sancionarlos y a revocarles sus concesiones y que de ninguna manera se dará un aumento a la tarifa.

Ese mismo día, pero horas más tarde, Aristóteles ordenó que comenzaran a revocarse las concesiones a las rutas y unidades que hubieran participado en la huelga.

En el caso de Tepatitlán, todas los camiones ya cuentan con las características del sistema ruta-empresa y se espera que el gobierno estatal otorgue el aumento en cuanto entre en operación el nuevo servicio, de acuerdo con Alfonso Gómez, uno de los principales concesionarios de esta ciudad.

La ruta-empresa es aquella donde las ganancias y los gastos son repartidos a partes iguales entre los concesionarios de los camiones, en vez de que cada unidad se administre de forma individual, como sucede en el modelo hombre-camión.

Gómez señaló que ellos ya están preparados para el nuevo modelo de transporte que pide el gobierno estatal a los transportistas y sólo están esperando a que entre en operación, lo que se estima que sea en este mes de marzo.

El modelo ruta-empresa contempla un nuevo tipo de unidades, las cuales podrán ser rastreadas por medio de una aplicación de celular, para que el usuario sepa en cuánto tiempo arribará el camión a la parada donde se encuentre esperándolo.

Además contarán con carriles exclusivos, los cuales ya están siendo pintados en las principales avenidas de la ciudad.

Una vez que se implemente el nuevo servicio, los camioneros de Tepatitlán esperan que el gobierno estatal autorice el aumento, que tentativamente sería de 9 pesos; actualmente se cobra 6.50 pesos por viaje.

Eso y que el gobierno federal detenga los aumentos al combustible, pues el diésel ya está rondando los 18 pesos el litro. “Si se detiene el aumento al diésel, nos va a ir bien con el modelo ruta-empresa”, afirmó el camionero de Tepa.

Las motos les roban mercado

Si bien sigue siendo redituable para los camioneros prestar el servicio de transporte público, los altos costos y la competencia que representan los vehículos personales de bajo costo afectan las ganancias de los transportistas de Tepatitlán.

Alfonso Gómez señala que en 2008 un autobús nuevo costaba 760,000 pesos y el litro de diésel 7.4 pesos, ahora una nueva unidad cuesta 1 millón y medio y el combustible cuesta casi 18 pesos, más del doble en ambos casos y sin embargo el conductor sigue ganando el mismo sueldo desde hace varios años, por lo que el aumento a la tarifa será de gran ayuda no sólo para pagar los nuevos camiones sino para mejorar las condiciones laborales de los choferes.

Otro factor que roba pasaje a los urbanos son las motocicletas que venden en las mueblerías en abonos muy bajos y los vehículos chatarra traídos de Estados Unidos hace unos años, los cuales el gobierno permitió su legalización.

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