Coincidencias preocupantes



Hace menos de dos meses -siete semanas para ser exactos- el 7 de enero publicamos una columna que tuvo por título: PREOCUPANTE. Hablaba de la violencia que no ha disminuido en el país con el nuevo gobierno, a pesar de que fue una de las promesas de campaña del actual Presidente de la República; de los asesinatos y accidentes en los que murieron algunos políticos en diciembre, y sobre todo -era el tema central de ahí el título- de la posibilidad de una sangrienta guerra entre grupos del crimen organizado, que de ocurrir tendría su epicentro en Jalisco.

El quinto párrafo de aquella columna decía:

"¿De dónde sacan algunos que ven venir un baño de sangre en Jalisco? Bueno, fuentes cercanas a los mandos militares en la Entidad ven indicios de que -como en los mejores tiempos del PRI- el nuevo gobierno federal buscará que sólo un cártel domine las rutas del narcotráfico y la compraventa de drogas en el país, es decir, que se buscaría la hegemonía de una sola banda sobre las demás para tener que negociar sólo con una, para lo cual habría que apoyarla primero para que logre desplazar o someter a los demás. Ese grupo sería el Cártel de Sinaloa".

La semana pasada, 45 días después aparecieron en Guadalajara y Hermosillo (de las que me enteré) varias mantas con el siguiente mensaje:

"Comienza la limpia en el país. Venimos con todo el apoyo del gobierno federal. Regresa la vieja escuela. Bienvenidos al diálogo todos los cárteles, o se alinean o los alineo. Atte: Mayo Zambada".

Todo mundo sabe quién es el Mayo Zambada, el actual líder del Cártel de Sinaloa, una de las dos organizaciones en que se dividió el Cártel de Guadalajara que fundó Miguel Ángel Félix Gallardo "El Padrino" o "El Jefe de Jefes", que lo manejó junto con Rafael Caro Quintero y Ernesto Fonseca Carrillo; la otra fue el Cártel de Tijuana de los hermanos Arellano Félix.

El Cártel de Guadalajara fue la primera y la más poderosa organización del narcotráfico en México hasta que fue detenido Félix Gallardo, y lo siguió siendo aún después, porque El Padrino manejaba a la organización criminal desde la cárcel, hasta que lo trasladaron al penal de máxima seguridad donde ya no pudo hacerlo a través de un teléfono celular.

El Cártel de Guadalajara se dividió y le heredó su inmenso poder al Cártel de Sinaloa que lideraban Joaquín "el Chapo" Guzmán y Héctor Luis "el Güero" Palma Salazar, quienes prácticamente exterminaron a sangre y fuego a los hermanos Arellano Félix que controlaban el Cártel de Tijuana.

Presos los dos, el Güero Palma y el Chapo Guzmán, éste en tres ocasiones hasta que finalmente fue deportado a Estados Unidos y juzgado en Nueva York (en el primero de tres juicios que le esperan), el mando del Cártel de Sinaloa quedó a cargo de Ismael "el Mayo" Zambada, quien aparentemente firma el mensaje en las mantas que anuncian el supuesto apoyo del gobierno federal a su Organización.

Y digo "aparentemente" y "supuesto" porque no se puede afirmar que efectivamente haya sido el Cártel de Sinaloa del
Mayo Zambada el que mandó colocar esas mantas en Guadalajara y Hermosillo.

Podría tratarse sólo de una coincidencia entre lo que supimos y publicamos el 7 de enero y el mensaje en las mantas que aparecieron el 21 de febrero. Pero hay otra coincidencia: Seis días antes de la aparición de dichas mantas, el 15 de febrero el presidente Andrés Manuel López Obrador fue a Badiraguato, Sinaloa donde nació y creció Joaquín el Chapo Guzmán.

En Badiraguato la mamá de este personaje le pidió al Presidente que traiga a su hijo de regreso a México, y las hermanas del narcotraficante que les consiga visas humanitarias para ir a visitar a su familiar.

Y bueno, una coincidencia más: En esa misma gira de propaganda, porque no se le puede llamar de trabajo, algunas madres le pidieron a López Obrador que escuchara su inquietud por la cancelación del apoyo económico a las estancias infantiles, y el Presidente contestó groseramente airado “Ya, ya, ya, ya”, esto mientras abrazaba y besaba a niños frente a las cámaras.

En cambio -y aquí la coincidencia con el tema-, mientras que a las madres de los niños las mandaba al carajo con un “Ya, ya, ya, ya”, a la mamá y hermanas del Chapo Guzmán las atendió AMLO con gran celeridad. El día 22, un día después de la aparición de las mantas anunciando el apoyo del gobierno federal al Cártel de Sinaloa, dio a conocer que ya había dado instrucciones para que les fueran concedidas (como si dependiera de su gobierno y no de Estados Unidos) visas humanitarias para que puedan visitar a su familiar.

Ni siquiera sabe que el Chapo Guzmán no puede recibir visitas. Pero ese no es el punto, el punto es su interés por apoyar en todo a la familia del capo mexicano preso en Estados Unidos, el fundador del Cártel de Sinaloa. Tanto, que informó también que ya había dado instrucciones para que se estudiara la posibilidad de repatriarlo. Y no sólo eso, también dijo que personal de la Cancillería (Relaciones Exteriores) acompañaría a la familia del Chapo Guzmán en las gestiones. 

Patético. No tiene López Obrador la menor idea de cómo funciona la justicia norteamericana, del otorgamiento de visas, de los procesos de extradición y repatriación, sólo va a hacer el ridículo, pero evidenció su generoso y acelerado apoyo a la familia del fundador del Cártel de Sinaloa.

No estoy diciendo yo que efectivamente haya una alianza entre el gobierno de Andrés Manuel López Obrador y el Cártel de Sinaloa, sólo estoy exponiendo hechos: su visita a Badiraguato, la aparición de las mantas, y el respaldo inmediato a la familia del Capo. 

Si esto significara una alianza entre el Presidente y uno de los más fuertes cárteles de la droga, sería gravísimo, estaríamos en la antesala de una narco dictadura como la de Venezuela. Y la conclusión sería que tanto auge tuvo el crimen organizado en los últimos 12 años, que finalmente llegó al poder.

Para terminar debo agregar que la temida guerra sangrienta entre el Cártel de Sinaloa y el CJNG ya comenzó en Guadalajara y su Zona Metropolitana, dejan regueros de cadáveres desmembrados en Tonalá, y los enfrentamientos son el pan de cada día desde Zapotlanejo hasta Lagos de Moreno.

También me llamó la atención el anuncio de que desaparecerá el penal en las Islas Marías, ya no habrá ahí vigilancia de la Marina Armada de México. La ubicación de esas islas en el Pacífico frente a las costas mexicanas es estratégica, pueden servir para muchas cosas.

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