Gracias nuevamente amigos lectores del periódico 7 días, por todos los comentarios que realizaron a mi correo electrónico: jorgegerardotorres@hotmail.com, les agradezco también por las felicitaciones que me envían y espero poder contar con su apoyo para continuar con sus sugerencias, estando a sus órdenes para tratar todos los aspectos que me comenten y que desean que publiquemos en esta columna, en esta ocasión tratare el tema: El monumento a Cristo Rey en las Islas Marías.
El sentimiento de gratitud está vinculado al agradecimiento, así como a las personas que toman acciones que conllevan a ello, es por ello que en esta ocasión hablaré del monumento a Cristo Rey que se erigió en las Islas Marías y de la persona que logró hacerlo realidad, un religioso originario de Lagos de Moreno, que realizó una gran obra en el Penal de las Islas Marías, y ojalá hubiera más personas como él, entregadas a su ministerio en forma total y desinteresada, me refiero orgullosamente a mi tío (hermano de mi padre), el sacerdote jesuita Ramón Torres Moreno, quien nació en esta ciudad el 14 de septiembre de 1914 y murió el 6 de octubre del 2005. Consagró los últimos 15 años de su vida, unificando la participación de todos, para hacer realidad lo que para muchos era solo una ilusión, el monumento a Cristo Rey en las Islas Marías.
El padre Ramón Torres Moreno fue un sacerdote entregado de lleno a su labor y misión pastoral, desde niño se inclinó por su amor a Dios y a los demás, su madre la Sra. Concepción Moreno de Torres lo apoyó mucho en su vocación sacerdotal y religiosa, así que cuando se decidió por irse desde muy joven al seminario, ella y su esposo el Sr. Abraham Torres Cabrera lo apoyaron, y posteriormente ingreso a la Compañía de Jesús estando entonces el país (1929) inmerso en una situación de luchas internas entre la iglesia y el estado (la Revolución Cristera), incluso su padre Abraham Torres Cabrera era entonces el Presidente Municipal de Lagos de Moreno y tuvo muchos problemas con el gobierno federal por el apoyo que les brindaba a los sacerdotes para que pudieran huir y que no los atraparan los soldados, además fue muy vigilado por la Federación, ya que tenían conocimiento de que su hijo había ingresado al seminario para hacerse sacerdote.
Ante un panorama de dificultades con el gobierno, la Compañía de Jesús mandó a sus seminaristas a Colombia, donde la relación entre la iglesia y el estado era muy buena y fue ahí donde se consagró sacerdote el joven Ramón Torres Moreno, regresando después a México cuando se terminó la Guerra Cristera; siempre le llamó mucho la atención el apoyo a las clases más desprotegidas, y en algunos lugares donde estuvo como en Saltillo, Coahuila, tuvo algunas dificultades porque lo consideraban socialista, ya que apoyaba mucho a los obreros en sus demandas contra los patrones que abusaban de ellos, así que lo cambiaron de Saltillo a Parras, Coahuila donde se desempeñó como Señor Cura; posteriormente la Compañía de Jesús, al ver que el Padre Ramón Torres se desempeñaba muy bien en el apostolado que se realizaba entre los presos, decidieron que podría efectuar una buena labor en el Penal de las Islas Marías y lo enviaron para allá, No se equivocaron, ya que el Padre Torres realizó una excelente labor en este lugar, se hizo querer de los presos que estaban en este sitio y se expresaron bastante bien de Él, como es el caso de Jesús Gabriel Hernández Ibarra, originario de Monterrey, que lleva 18 años preso en las Islas Marías y purga una pena de 20 años, Hernández afirma que el padre Torres salvó a mucha gente de la depresión, ya que a pesar de la dureza de vivir en la cárcel, les ayudó a darle un sentido a sus vidas y cambiarles el rumbo al ver otra dimensión y mencionó: “A mí me fue bien por seguir los consejos del padre Torres y escuchar sus comentarios sobre la palabra de Dios, estoy muy agradecido con el padre Torres que en paz descanse, nos ha sido de mucha ayuda el monumento a Cristo Rey que nos dejó en este lugar, ya que incluso cuando lo vemos nos recuerda sus enseñanzas y sus buenos consejos para un mejor vivir”, y está contento de poder regresar a Monterrey, ya que con el cambio de prisión a centro cultural en el Penal de las Islas Marías, él quedará en libertad y podrá regresar con su familia.
Manuel Reyes, quien junto con el padre Ramón Torres Moreno concibieron la obra monumental a Cristo Rey dijo: “esta obra nos costó mucho trabajo, como cuestan las buenas obras de Dios”, precisó Reyes quien estuvo preso en las Islas Marías por más de 3 años y además mencionó: “el padre Torres tuvo que morir para que el Monumento a Cristo Rey tuviera más valor, los colonos de este lugar mencionan que el padre Ramón Torres es como si estuviera impregnado en esta gran obra”, Manuel Reyes también dijo “nadie puede imaginar el trabajo, el sacrificio y el amor con que se construyó el monumento”. Actualmente Manuel Reyes Sánchez tiene 75 años de edad, goza de libertad, vive en el Estado de Hidalgo y está enfermo de cáncer, “la enfermedad del cáncer no me importa, en la Isla he aprendido a vivir y a valorar la vida y me da gusto saber que antes de morir ayudé a construir esta obra”.
El escultor Pedro Jiménez Corona, realizador de la magna obra, mencionó que el monumento a Cristo Rey simboliza a Jesús que recibe con los brazos abiertos a quienes llegan al Puerto de Balleto a iniciar su regeneración.
Para festejar la terminación de la monumental obra, autoridades civiles, religiosas y presos de las Islas Marías y sus familias se reunieron el 27 de noviembre del 2005 para bendecir e inaugurar el monumento a Cristo Rey que se encuentra en la cima de un cerro, construido sobre una estructura de nueve metros, a 300 metros sobre el nivel del mar.
El Cardenal Juan Sandoval Iñiguez, quien era entonces el arzobispo de Guadalajara, así como Mons. Alfonso H. Robles Cota, en esa fecha Obispo de Tepic, iniciaron el año eclesiástico visitando el penal federal de las Islas Marías y ambos bendijeron el monumento en honor a Cristo Rey.
Hacer un monumento a la orilla del mar no hubiera sido difícil, pero hacerlo en un cerro, subiendo los materiales a lomo de burro y a lomo de cristiano, es un gran esfuerzo que Nuestro Señor aprecia mucho, afirmó el Cardenal Juan Sandoval Iñiguez, así mismo les recordó a los internos que la maldad del hombre no puede ser más grande que la misericordia de Dios Nuestro Señor.
En la homilía dirigida a gran parte de los 850 internos y a sus familias, el Cardenal Sandoval explicó que muchos de los encuentros de Dios con los hombres se han dado en los montes, como el sermón de la montaña, o la transfiguración del Señor. En México, apuntó el Cardenal, la Virgen de Guadalupe se apareció a Juan Diego en el cerro del Tepeyac.
También el Cardenal Juan Sandoval recordó que el monumento a Cristo Rey fue promovido desde 1989 por el sacerdote jesuita Ramón Torres Moreno, que por más de 23 años atendió la pastoral penitenciaria en las Islas Marías. El Padre Torres es recordado por los internos como un sacerdote entregado a su ministerio, que tenía especial predilección por los presos más débiles.
Esperamos, todos lo que de alguna manera contribuimos a la realización de esta obra, y especialmente en memoria del Padre Ramón Torres (q.e.p.d.) y del interno que inicio el proyecto junto con él, Manuel Reyes Sánchez (q.e.p.d.), que esta obra magna de la sociedad civil perdure para siempre y no la vayan a destruir ahora con el cambio de las Islas Marías de centro penitenciario a Centro de Educación Ambiental para niños y jóvenes denominado “Muros de agua-José Revueltas”.
Y esperamos que en su visita a los Altos de Jalisco, el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador nos tome en cuenta y no se vaya a destruir la magna obra del Cristo Rey de las Islas Marías, y lo conserven y perdure para siempre esta estatua que se logró construir gracias al esfuerzo tanto económico como material de mucha gente que participó para que esto fuera realidad, incluyendo principalmente a los internos de Islas Marías que haciendo un gran esfuerzo lograron levantar este monumento.
Gracias nuevamente amigos lectores y como siempre sigo a sus órdenes.
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