Arrepentidos de película


Por Georgina González

“De los arrepentidos está empedrado el camino del infierno”

Y en este caso, el infierno es la llamada “cuarta transformación” y los arrepentidos, pues... los arrepentidos del voto por el presidente López, los que no pueden creer que el titular de la 4T (y digo “titular” porque “líder” realmente no parece serlo), los haya “traicionado”. ¿En serio? ¿No lo esperaban? ¿Es verdad que no podía saberse?

El presidente López no sólo ha incumplido cada una de las promesas que hizo para ganar la elección tras 18 años de campaña, sino que ha dirigido sus acciones hacia el lado contrario de cada promesa. Y en cada bofetón a diferentes industrias, los líderes de cada una de ellas que confiaron en, y votaron por López, se ha llevado las manos a la cara diciendo “¡no puede ser!, yo no voté por esto”, dicen en las redes sociales, y obtienen miles de respuestas de quienes nunca confiamos en López y siempre supimos que llevaría a México a la ruina: Por supuesto que podía saberse.

Así, López ha traicionado a los empleados de gobierno, dejando en la calle a miles de personas que habían votado por él, casi desde el principio del sexenio; a los mujeres, quitándoles estancias infantiles; a las víctimas de violencia intrafamiliar, cerrando los refugios;  a los empresarios, obligándolos a alinearse con la 4T o sufrir las consecuencias, o de plano cerrarles los negocios mediante consultas ilegales; a los deportistas, colocando a una ex atleta que resultó más ambiciosa y corrupta que talentosa, y miren que Ana Gabriela Guevara mostró mucho talento como velocista; a los artistas culturales, modificando el Fondo Nacional para la Cultura y Las Artes... y muchos, muchos sectores más.

Todos los simpatizantes de López afectados por estas terribles decisiones lo han dicho: “¡No podía saberse!”

Ahora le tocó el turno a los artistas del cine mexicano: Esta semana las ilustres autoridades cuatroteras intentaron desaparecer el Fondo de Inversión y Estímulos al Cine (FIDECINE), que garantiza inversiones para producir cine nacional. A alguien en Morena (ejem: Dolores Padierna) se le ocurrió que se necesita más dinero para enfrentar el Covid-19 y propuso desaparecer 44 fideicomisos, entre ellos FIDECINE y FONDEN (Fondo de Desastres Naturales). Del FONDEN misteriosamente casi nadie dijo nada, pero del FIDECINE sí, y figuras destacadas del cine mexicano levantaron la voz en reclamo, figuras que, en su momento, hicieron proselitismo, votaron y celebraron a favor del hoy presidente López.

“Los buitres del 'se los dije' y sus variantes”, dijo la actriz Karina Gidi, pidiendo empatía para con los arrepentidos. “Mis trolles centinelas ya van a cobrar quincena pendientes de lo que escribo”, dijo Tenoch Huerta, actor de la serie “Narcos” y viejo enemigo del libre pensamiento pues, para él, todo el que no esté de acuerdo con el horrible rumbo que toma el país son bots pagados. Mientras que la cineasta Natalia Beristáon lamenta que desaparezca un fideicomiso que “sostiene la producción de un cine mexicano de libertad temática y formal, que no se rige por los criterios del mercado o de las grande productoras de cine de Hollywood”, o sea, que produce cine que nadie ve y con el que nadie gana nada, excepto su productor, gracias precisamente al FIDECINE.

Total que, como todos los globos sonda que los legisladores y operadores de López han soltado en los últimos meses para evaluar si cada ideota contará con simpatía o no, la propuesta de la desaparición del FIDECINE se echó para atrás gracias al jalón de orejas de los tres directores que han hecho algo en Hollywood: Guillermo del Toro, Alejandro González Iñárritu y y Alfonso Cuarón. El FIDECINE se queda, los arrepentidos se exhiben: “¡no podía saberse!”, los que sí sabíamos se los volvimos a decir: por supuesto que podía saberse. 

Ya quiero que hagan la película sobre esto y sobrevivir para verla en el cine.

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