Ya estamos comenzando a salir.
Ya se preparan los negocios para operar.
Ya vemos a varios alteños en las calles, en las plazas, en las cocheras o en los ranchos. Disfrutando de reuniones.
Ya regresan las misas en los templos a partir del lunes 1 de junio.
Ya estamos urgidos de volver a la vida social.
Y esas son las buenas noticias.
Las no tan buenas noticias son que, cada día se suman más contagios.
Que en Jalisco hay más muertes y más personas contagiadas de Covid19.
Que podríamos seguir contagiándonos y que hay camas disponibles en los hospitales.
En la libertad, en el libre albedrío, cada quien decide cuánto exponerse, cuánto juntarse y cuánto arriesgarse a enfermar, a ser contagiado o a contagiar.
En la libertad, cada quien decide si abre ya su negocio y busca ganar dinero, que buena falta hace.
En la libertad, cada uno decidirá si va o no a misa, si acude a los restaurantes, si organiza o no la reunión.
Lo que a la autoridad le ha tocado es anunciar, advertir, informar, sobre los riesgos que se tienen. Al ciudadano le corresponde hace lo que en su libre albedrío desee hacer.
Esperamos, como en cualquier otra condición, que la gente sea consciente y no se convierta en estadística, y menos en estadística fatal.
Paralelo al Covid19, también en Jalisco seguimos padeciendo el maltrato infantil, la violencia intrafamiliar, los asesinatos entre bandas criminales. También está presente el Dengue, los incendios de pastizales y los accidentes automovilísticos.
Ya viene la reactivación social y económica.
Que cada quien asuma su control, su compromiso, su responsabilidad.
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