Cuando das positivo al Covid-19 en Zapotlanejo




Vamos a contar esta historia del presente al pasado, porque el resultado es lo más importante, y porque solo esta conclusión va a generar algún tipo de cambio a las personas que tienen el padecimiento, a los que no creen en la enfermedad y a los que se cuidan de no contraerla, pero aclarando que no van a entender el porqué de estas conclusiones, hasta que no lean todas las partes de esta historia, que ocurrió y ocurre en Zapotlanejo.

Las miradas


En Guadalajara, en específico en el Centro Universitario de Ciencias de la Salud, donde realizan las pruebas para Covid- 19, el equipo que atiende es muy profesional, lo hace sin ninguna pizca de discriminación y con protocolos tan rigurosos que es digno de aplaudir. En Zapotlanejo, en concreto en la Cruz Verde, no les dieron la capacitación necesaria para el trato a las personas que llegan con miedo a pedir pruebas de Covid, yo no llegué con ese miedo, ya sabía que era positivo y la prueba que pedía era para saber si ya salía negativa, pero el día que fui no había, así que fui al centro de salud.

Aquí la historia es diferente, tienen un área totalmente destinada únicamente para la realización de las pruebas, y si estás esperando tu cita al menos platicas con demás personas que están pasando por lo mismo, y las miradas ya no son de miedo a que tú les pegues algo a los demás, sino de incertidumbre entre los mismos que van a hacerse la prueba, pero la misma plática con otros iguales da un relajamiento y desahogo adicional.

El pobrecito


Cuando les dices a tus allegados, compañeros de trabajo, amigos y similares que saliste positivo al coronavirus, en automático tienes una etiqueta de ¡pobrecito!, ya se va a morir. Las frases de “cuenta conmigo para lo que necesites”, “en qué te puedo ayudar”, “te tienes que quedar guardado”, “no tengas contacto con nadie”, “¿puedes respirar?, “¿puedes respirar bien”?, “¿puedes respirar bien?”, “¿puedes respirar bien?” es lo único que escuchas. Es agobiante, es estresante y créanme, es realmente inútil repetirlo.

El de la peste


En cuanto los demás saben que ya eres positivo, confirmadísimo, se acabó el contacto (incluso hasta de los que no creen en la enfermedad), porque ahora tú eres el portador de una enfermedad que tal vez no es tan mortal, pero sí es totalmente desconocida. Creación del gobierno conspirador y de las antenas de la 5G o gracia de los chinos que comen murciélagos medio crudos, tú tienes la enfermedad y nadie se te debe acercar.

El pendejo que no se cuidó


Así como existen buenos y malos, responsables e irresponsables, también los hay en el tema del coronavirus. Toda persona que se haya enfermado, que no trabaje en un hospital, es del clan de los pendejos que no se cuidaron y andaban en la calle como si nada. Pero están en un error, en estas fechas aún no descubro dónde me pude haber enfermado, si a donde salía lo hacía con las medidas necesarias, no estuve en aglomeraciones de personas, y fiestas mucho menos.

El exagerado


Haber decidido por un tratamiento con medicamentos y hacerme la prueba, creo fue lo correcto. Desde un inicio visité al doctor, que aunque dijo que faltaban síntomas para que fuera Covid-19, me daría tratamiento antiviral, y antibióticos para descartar cualquier cosa. Y creo eso fue lo primordial para haber detenido a tiempo algo más complicado.
Pero ¿quién le está escribiendo este texto? Eso lo vamos a descubrir en la última parte de la entrega, porque el estigma, el señalar, el culpar, es lo único seguro va a pasar al dar el nombre desde este momento.


Los síntomas


Ahora vamos a platicar de los síntomas, contándoles cómo aparecieron.

Día 1

Ese día amaneció más fresco de lo común, y un día anterior incluso estaba haciendo frío en la noche, anduve sin un suéter. En la mañana comencé con algo de tos, tos seca por cierto, pero pensé en automático que sería por el cambio de clima. Todo este día mi único síntoma fue la tos, pero lo curioso es que venía al estar hablando por varios minutos, ya por la noche, cuando de nuevo comenzó a hacer fresco, la tos era ya más constante.

Día 2

La tos disminuyó, y ahora la fiebre, una fiebre de 38 grados que parecía constante. Ya para esto estaba tomando antigripales con la intención de disminuir el malestar, pero a la tos, y a la fiebre se le sumó algo más: el dolor de cabeza, un dolor de cabeza constante, que no se baja con ningún medicamento. Aquí fue cuando dije: algo ya no está bien, es hora de ir con el médico. Aun así todo este día me la pasé con antigripales y anti inflamatorios.

Día 3

La tos prácticamente había desaparecido y también la fiebre, ya con el médico a las 10 de la mañana, como les conté en la primera parte, no daban los síntomas para que fuera Covid19, pero dije vamos a atacar cualquier cosa viral y bacteriana. Seguí con los antigripales (contienen Amantadina, Clorfenamina y Paracetamol), y medicina por si fuera una infección bacteriana (Dexametasona y Ceftriaxona, las dos inyectadas), y al final algo para agarrar defensas: Pulmonarom (650 pesos la caja).

Por la tarde la mayoría de los síntomas habían desaparecido, pero ahora comenzó una sensación extraña, esa sensación que tiene uno cuando recién comienza una gripa o un resfriado. Se sienten la congestión nasal, los ojos cansados y un sabor extraño de las cosas.

Este mismo día ya había hecho cita para el examen que hace la UdeG para descartar esta nueva enfermedad. Me dijeron que había riesgo alto y la cita estaba dentro de casi dos semanas. No podía hacer nada más que esperar.

La primera semana


El resto de los primeros 7 días transcurrieron similares, solo algo de tos, y esa congestión en el centro de la cabeza.

Para el sábado las cosas ya no me sabían a nada y no podía percibir los olores. Ya había leído que uno de los síntomas principales del coronavirus era éste, perder el gusto y el olfato.

El día 8


Por la mañana me hablaron de la UdeG, querían hacerme la prueba el siguiente día. Acepté. La cita era a las 8 de la mañana. Este día apareció un nuevo síntoma, el desorden del sueño. No supe si era por la preocupación, o si era también un síntoma de la enfermedad. He leído que algunas personas presentan trastornos del sueño. De aquí en adelante el sueño por las noches parecía haber desaparecido.

El día 9

Temprano hice fila para que me hicieran el examen. Llegué desde las 8, ya había una fila de alrededor de 20 vehículos, algunos con familias completas para hacerse el examen. Aquí la prueba se realiza arriba del vehículo, se asignan mesas, y van pasando 10 vehículos a la vez. El examen es rápido, lo tardado es la espera, mi cita era a las 8 de la mañana y pasé casi hasta las 10.

La prueba es incómoda como lo mencionan, necesitan raspar en la garganta y en lo profundo de la nariz para sacar la muestra. Ya haciendo esto, te dicen: le informaremos por teléfono los resultados dentro de 24 a 48 horas si es positivo, si fuera negativo se tardan más en comunicarlo.

Día 10

Queda algo de tos, más cuando hablo o realizo algún movimiento. Y llega algo nuevo, un cansancio. No es fatiga, ni falta de aire, es un cansancio generalizado que no se va con acostarse ni con dormir. Está ahí presente, y está el resto de los días de la enfermedad, y creo hasta después.

Este mismo día me hablan por teléfono de la UdeG, me dicen los resultados: Positivo. En realidad, ya con la pérdida del olfato y del gusto tenía que ser positivo.

El resto de la segunda semana


Del día 11 hasta el 14, el cansancio aquí está muy presente. Todo cansa, cansa caminar, cansa tomar agua, pero insisto, no es una falta de aire ni una fatiga, es un cansancio, además sigue esa constipación en el centro de la cabeza. En estos días se le suma algo más, no puedo percibir ningún olor, o eso pensaba, lo único que percibo en todo es un olor a plátano cuando ya tiene muchos días maduro, razón por la que no puedo ver esta fruta y mucho menos comerla.

La tercera semana


La constipación se ha ido. Solo queda la tos, el cansancio ya no es tan fuerte. Pero ahora se le suma algo totalmente diferente, que es necesario tratar de explicar.

Recién se publicó un artículo que habla de que muchos de los pacientes contagiados de Covid19 y que sí presentaron síntomas, han tenido un cierto grado de depresión y ansiedad, aún no se explican el por qué, y eso significa que además de afectar el sistema respiratorio, el Sars-Cov-2, al parecer también afecta de otras maneras.

Bueno, volvamos a lo que sentía. Ahora tengo una necesidad más profunda por estar acostado, dormido, en el día y en la noche, una falta de ganas de hacer cualquier cosa, incluso hasta de comer. Pero no podía dejarme caer esto en la recta final. Me las ingenié para que el día se fuera más rápido, desde leer, ver alguna serie que me guste mucho, comer algo que me guste aunque no me supiera a nada, buscar hacer algo que me guste mucho hacer.

Pensé que esto era producto del encierro en el que estamos todos hundidos, y la incertidumbre del qué pasará, pero no, esta sensación es diferente y casi estoy seguro que estoy en una depresión, leve, pero al fin de cuentas depresión.

Hablamos de 22 días con síntomas, leves, pero al fin de cuentas síntomas de algo que nunca había sentido. Es extraño, porque parece que uno tiene gripa, resfriado, infección en vías respiratorias, y se le suma el estado de ánimo.

Ahora vamos a hablar de cuánto tiempo una persona es contagiosa, cuánto dura la inmunidad, y si hay probabilidades de recontagio. Varios estudios, sobre todo de China, han señalado que una persona comienza a ser contagiosa de 2 a 3 días antes de presentar síntomas, y en cuanto al tiempo de incubación (lo que tarda en enfermar una persona) varían mucho las cifras, en promedio es de 4 a 5 días, pero hay reportes de pacientes que presentan síntomas hasta 14 días después del contagio.

Y es que depende de muchas cosas, la edad, el historial de enfermedades, el estilo de vida, y también el tipo de sangre, porque resulta ser que las personas más propensas a presentar síntomas de covid19 son de sangre tipo A, y las personas con sangre tipo O, tienen menos probabilidades de enfermar. Pero esto solamente son probabilidades, porque no quiere decir que todos los de sangre tipo A enfermarán, y los de la O sean inmunes. Para mi suerte mi tipo de sangre es A.

A los 10 días de haber presentado síntomas, el resultado de la prueba fue positiva. La recomendación fue estar en aislamiento 21 días, y si debía salir, solo a algo estrictamente necesario, y hacerlo con las medidas de prevención que ya todos conocemos (cubrebocas y uso de gel antibacterial).

El día 16, me hice una segunda prueba, fue en el Centro de Salud. La prueba consiste en una pequeña muestra de sangre que se coloca en una tira reactiva. La idea es que saliera negativa. Estas pruebas dan los resultados mediante la coloración de unas líneas, y en mi caso ya aparecía negativo, pero también la de positivo se comenzaba a colorear un poco. 

Al final, uno de los doctores, enfermeras y hasta el director analizaron la prueba, me dijeron que aparecía de esta forma porque recién mi cuerpo comenzó a generar los anticuerpos para el Covid-19, lo que significaba que debería estar una semana más resguardado, y ya estaría listo para circular de nuevo.

Ahora varias interrogantes: ¿cuando una persona enferma de Covid19 ya es inmune a cualquier contagio?, la respuesta es no. Los estudios más recientes señalan que una persona que padeció Covid19, solo es inmune durante 2 meses a la enfermedad, y después de este tiempo puede volver a haber algún contagio. Esto quiere decir que las medidas de prevención deben continuar, porque también hay casos de pacientes que han presentado síntomas, y al mes parecen ya recuperados, pero el virus se ha activado de nuevo y de forma más agresiva, y si la primera vez no cayeron al hospital, en el rebrote sí. 

Para ayudar a las demás personas, los pacientes que ya han generado anticuerpos de Covid-19 pueden donar sangre, para extraer plasma y ayudar a pacientes graves a poder salir de la enfermedad, que hasta hoy es el tratamiento más efectivo que se conoce.

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