El caso Giovanni, el sujeto que fue asesinado en Ixtlahuacán de los Membrillos, más le hubiera valido a todo el mundo que se aclarara desde un principio, o de plano que nunca se supiera nada de eso, incluyendo a sus familiares, pues si se descuidan tantito pueden salir igual de raspados que las autoridades.
Primero: en redes sociales (y de ahí todo mundo y los medios retomaron la información), se aseguraba que el ahora occiso se llamaba Giovanni y que contaba con 30 años de edad al momento de su muerte. En la ficha que elaboró el Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses se señala que el fallecido se llamaba Jeovani, no Giovanni, y que tenía más de 40 años, de “45 a 50 años” según los peritos, o sea que pudo haber tenido hasta 20 años más de los que en realidad tenía. ¿Por qué quitarle años y por qué cambiarle el nombre?
Segundo: el episodio desnuda no solamente a la policía municipal de Ixtlahuacán, sino a la mismísima Fiscalía de Jalisco, con elementos que aparentemente hacen lo que quieren y no obedecen a sus mandos, o los obedecen y entonces son los mandos los que hacen lo que quieren, y lo que menos les preocupa es la seguridad de los jaliscienses.
Los primeros aparentemente mataron a Giovanni o Jeovani, o permitieron que alguien más le diera muerte. Los segundos, los elementos de la Fiscalía, estuvieron deteniendo gente a diestra y siniestra quesque por andar protestando en las calles de Guadalajara.
Una policía que mata o que deja que maten a los detenidos, y unos elementos de la Fiscalía que según sus jefes y hasta el mismo gobernador son ingobernables, y en realidad reciben órdenes del crimen organizado, es algo terrible de escuchar y solo da a pensar que en más de 12 años de exámenes, pruebas más estrictas, mejores capacitaciones y equipo no han servido de nada y seguimos teniendo policías corruptos e infiltrados por el crimen, tal como era hace años.
Tercero: ¿Por qué la muerte se supo un mes después de qué ocurrió? ¿Por qué la familia no dijo nada hasta entonces y ahora anda acusando a todo el mundo, principalmente al alcalde de su pueblo? El hermano del ahora occiso dice que el presidente municipal le ofreció 200,000 pesos a cambio de no publicar el video en redes sociales, pero no aclara si aceptó el dinero o no. ¿Será que no le llegaron al precio a la familia y ésta se cansó de esperar y sólo aguantó un mes sin hacer un escándalo?
¿Por qué hasta ahora se exige justicia y que se aclare el caso? ¿Antes no había necesidad de justicia ni de aclarar nada? También pudiera ser que la familia de buena fe esperó a que la muerte se aclarara o recibir alguna reparación del daño de manera extra judicial, pero al ver que nomás no ocurría ni lo uno ni lo otro, entonces decidió hacer presión a través de las redes sociales y los medios.
Pero, el presunto crimen no fue investigado sino hasta un mes después también, una vez que hizo ruido el mismo, o por lo menos así lo dicen las autoridades estatales, donde hasta el mismo Enrique Alfaro asegura que ya ordenó una investigación a fondo… un mes después de ocurrido el caso.
Ciertamente la autopsia fue hecha unas horas después de haberse reportado el deceso y se inició la averiguación previa correspondiente y tal vez hasta se hizo la investigación rutinaria y de oficio, pero fue un mes después en que la Fiscalía movilizó todos los recursos a su alcance y por lo pronto hay tres policías detenidos.
Hay otras dudas, como aquella donde en los videos se ve claramente y además los testigos así lo afirman, que los policías se llevan a varios detenidos, pero sólo uno perdió la vida horas después.
¿Por qué solo Giovanni o Jeovani murió? ¿Sólo él la hizo de “pedo” y por eso lo mataron? ¿Será que alguien ya le tenía ganas y por eso fue el único que no amaneció con vida?
Ojalá salga toda la verdad, así no le convenga a ninguno de los involucrados.
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