Por Lic. Christian Villalobos
Como sociedad vivimos tiempos de tribulación. Nos encontramos con una reconstrucción social que nos confronta directamente con nuestros valores. Pero algo debemos tener claro: no somos un fenómeno aislado. A nivel mundial la humanidad se está cuestionando su papel en este pequeño grano de eternidad a la que llamamos historia.
Con preocupación vemos la violencia crecer de forma desmedida. El abuso de las autoridades para los ciudadanos y la violación de nuestros derechos fundamentales. Muchos ciudadanos claman al cielo justicia y no podemos hacer otra cosa más que estar de acuerdo.
Ante cada crisis que enfrenta el país el presidente de la republica surge con una mofa. El líder del ejecutivo federal, de forma descarada ante una pandemia, inaugura obras que podríamos calificar de irresponsables. Daña el medio ambiente y aunque canceló un aeropuerto tan necesario y con visión a futuro, inaugura trenes como si estuviéramos en pleno siglo XIX. El presidente sueña con un país atrasado. No le importa la innovación y los avances. Lo único que le importa es generar políticas públicas sin fondo ni sustento que no llevan a un desarrollo sustentable de la nación. Políticas sociales que hacen más pobre y dependiente al ciudadano más vulnerable.
La violencia de género es un cáncer que consume a la sociedad. Un cáncer que deja huérfanos, familias destruidas, que roba sueños y sobre todo que destroza fundamentalmente al ser humano. Ante esta situación el presidente de la republica hace ya unos meses intentó desmeritar la gravedad de la situación. Como si esto fuera poco, el gobernador del estado de Puebla lanza declaraciones misóginas. Quizá el gobernador de esa entidad, donde “la esperanza de México” llegó tras el intrigante y lamentable accidente aéreo de la ex gobernadora, debería recordar que el crimen organizado es quien se rapta a las mujeres en su estado. Quizá Barbosa no tiene la capacidad de empatizar con los ciudadanos, porque está muy ocupado jugando a ser el virrey de los poblanos.
Quizá los ambles lectores se cuestionen en estos momentos, ¿Cuál será la respuesta ante todas estas situaciones que enfrenta el país y que atormentan a la sociedad de forma tan macabra? Para mí solo existe una respuesta: ¡México!
La única salvación para nuestra patria es entender el valor sagrado que tiene nuestra patria. Ella depende de sus hijos, los cuales tienen cada uno un compromiso de ser el soldado valiente que defienda a su madre patria. Porque así lo escribió el dedo de Dios.
Todos tenemos el deber ser soldados de la patria. No me refiero a tomar las armas o a formar parte del glorioso ejército mexicano. Me refiero a tomar en nuestras manos con responsabilidad el destino de la patria. La constitución nos brinda las mejores herramientas para la defensa de la patria. Nuestros derechos como ciudadanos. Es tiempo de que seamos conscientes de nuestro papel. Llego la hora de rescatar el valor del patriotismo de construir el país que merecemos. Cada uno desde nuestra casa, nuestro trabajo, siendo honrados, fieles y trabajadores. Sólo de esta forma y con mucho esfuerzo podremos honrar a nuestra madre patria.
Mientras más ciudadanos tomemos conciencia de nuestro papel en la historia y asumamos con amor la responsabilidad que nos corresponda. Menos podrán los gobernantes corruptos salirse con la suya.
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