Por Christian Villalobos
Una vez más el presidente de la República arremete contra el pueblo intentando polarizar a la sociedad, en esta ocasión perdiendo la parcialidad que su cargo exige, declaró “la clase media se dejó influir”. De esta forma grosera y poco constitucional manifestó su enfado ante los resultados de las pasadas elecciones. Sin embargo su comentario fue demasiado lejos, atacando a los profesionistas, a las personas trabajadoras que sostienen la economía nacional para romantizar la pobreza.
Pero, ¿por qué le teme el presidente a la clase media?, la respuesta se encuentra en la esencia de esta clase social. Siempre el ser humano se organiza en grupos que tienen aspectos en común, los cuales les permiten identificarse como parte de una comunidad, en el caso de la clase media nos identifica el espíritu de superación, la resiliencia ante las distintas crisis sociales y económicas.
Podemos declarar sin temor a equivocarnos que una buena parte de la población nacional es clase media, que con muchas dificultades y sacrificios logra que sus hijos estudien una carrera universitaria, conservan sus trabajos y pagamos las hipotecas. Mientras que el presidente en lugar de buscar generar las condiciones adecuadas para el crecimiento de la economía, el desarrollo de las industrias, el acceso a la educación y la mejora de los servicios, que son su responsabilidad, se dedica a pensar cómo su partido político conserve el poder, atacando a los ciudadanos y declarando que no se debe tener aspiraciones ni deseos de superación, manchando la institución de presidente de la República y deshonrando a los ciudadanos que le dieron su confianza.
Sin embargo, mientras en palacio nacional el presidente Ladrador no para de ladrar, un padre de familia se levanta temprano con la ilusión de trabajar por su familia, una madre soltera prepara el desayuno para sus hijos, un estudiante de medicina decide no desayunar para ahorrar y pagar el pasaje del autobús para llegar a tiempo a la facultad, porque lamentablemente así sucede en este país, el gobierno y el presidente de las maravillas viven en su burbuja, lejos de la realidad, apartados de las necesidades en sus Versalles modernos, perdiendo por completo el sentido y el espíritu de servicio, porque para ellos es muy fácil decir que no debemos buscar aspiraciones, cuando se tiene de más. Pero con ellos y a pesar de ellos, las y los mexicanos no nos rendimos, siempre superando todo y a pesar de todo por eso es un orgullo ser clase media en este país, tener sueños y esperanzas, saber lo que es el valor del trabajo.
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