Por no respetar el ambiente
En tres años, la Proepa ha clausurado 18 tequileras por violaciones a diferentes medidas ambientales.
En 2019 se firmó la iniciativa “Tequila Libre de Deforestación”, cuya meta fue trabajar en conjunto para la sustentabilidad del sector. Los actores involucrados: el Gobierno estatal y el Consejo Regulador del Tequila, dijeron que el foco de atención principal sería el tratamiento de residuos derivados de la producción (vinaza y bagazo).
Desde entonces se han realizado 136 procedimientos relacionados con lugares dedicados a la elaboración de bebidas destiladas de agave. Y de ese total, 18 han sido clausuras, según informó la Proepa.
Entre las irregularidades más graves, la dependencia encontró que no se acreditaba un manejo integral de residuos conforme a la norma, ni contaban con autorización de impacto ambiental para realizar obras.
También se ha detectado como una constante la mezcla o dilución de residuos de manejo especial con líquidos para después verterlos en el sistema de alcantarillado del municipio, los cuerpos de agua de la región o, de plano, al suelo.
Miguel Magaña Virgen, académico de la Universidad de Guadalajara (UdeG), detalló que la principal contaminación es por las vinazas, que al llegar al agua “roban” oxígeno a los animales y los mata. Y cuando se descargan a temperaturas altas también afectan a la flora.
Además, destacó que algunas tequileras tienen laboratorios que generan residuos peligrosos, los cuales son de competencia federal y no está bajo control. “Municipio, Estado, Comisión Nacional del Agua, Secretaría de Medio Ambiente y la Proepa son responsables. Ninguna puede decir que no les toca”.
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