Por Oscar Maldonado Villalpando
Una comisión de fieles de la Parroquia de Jesús en Guadalajara, visita San Diego.
Una comisión de fieles de la Parroquia de Jesús en Guadalajara, visita San Diego.¿Cuál es el motivo?
No hace un año aún, cuando era señor cura de esta parroquia, que está por la calle Garibaldi, apenas a dos cuadras de Federalismo, el padre José Guadalupe Dueñas, quien fue cambiado de ministerio. La comunidad, muy representativa de la ciudad, cuya historia nos narra cómo en el siglo antepasado, Guadalajara, apenas llegaba, por ese rumbo al Santuario de la Virgen de Guadalupe, no había templos más allá, al irse extendiendo la población por este vector o rumbo norte y oeste, un sacerdote ideó hacer una capillita de adobe para el catecismo, el rosario y la misa dominical. Ese fue el principio del fervoroso barrio. Bueno, pues se fue el señor cura Lupe Dueñas y el Señor Cardenal se disponía a elegir a un nuevo párroco.
¿Quién sería el elegido?
La historia, nuevamente, nos lleva a San Diego de Alejandría, y nuevamente recae en un gran personaje, don Saturnino Covarrubias Cisneros, de Totatiche, este párroco luchaba por mejorar la educación en San Diego y ayudar a los jóvenes, fomentar las vocaciones; pues su sueño se logró al fundar el Colegio Cuauhtémoc, por 1964 entró al Colegio un niño muy inteligente y disciplinado, se llamaba Maurilio, hijo de Juan Martínez y Juanita Tamayo, el hombre era un ejidatario entregado al cultivo de su parcela.
No hace un año aún, cuando era señor cura de esta parroquia, que está por la calle Garibaldi, apenas a dos cuadras de Federalismo, el padre José Guadalupe Dueñas, quien fue cambiado de ministerio. La comunidad, muy representativa de la ciudad, cuya historia nos narra cómo en el siglo antepasado, Guadalajara, apenas llegaba, por ese rumbo al Santuario de la Virgen de Guadalupe, no había templos más allá, al irse extendiendo la población por este vector o rumbo norte y oeste, un sacerdote ideó hacer una capillita de adobe para el catecismo, el rosario y la misa dominical. Ese fue el principio del fervoroso barrio. Bueno, pues se fue el señor cura Lupe Dueñas y el Señor Cardenal se disponía a elegir a un nuevo párroco.
¿Quién sería el elegido?
La historia, nuevamente, nos lleva a San Diego de Alejandría, y nuevamente recae en un gran personaje, don Saturnino Covarrubias Cisneros, de Totatiche, este párroco luchaba por mejorar la educación en San Diego y ayudar a los jóvenes, fomentar las vocaciones; pues su sueño se logró al fundar el Colegio Cuauhtémoc, por 1964 entró al Colegio un niño muy inteligente y disciplinado, se llamaba Maurilio, hijo de Juan Martínez y Juanita Tamayo, el hombre era un ejidatario entregado al cultivo de su parcela.
El niño reunía las cualidades para ser un buen monaguillo, y lo eligió para el caso el Señor Cura, luego al verlo respetuoso, piadoso y además muy sobresaliente en sus estudios, fue un buen candidato para estudiar en el Seminario de San Juan de Los Lagos. Sucedía por el año de 1967. Para 1972 que se dividen las diócesis, Maurilio terminaba su educación a nivel preparatoria, eligió pertenecer a Guadalajara. Su carrera en el seminario fue muy exitosa. Se ordena en 1982. Su primer destino es Nochistlán, Zac. Y de ahí va a estudiar a Roma. Luego, a su regreso, se le confían labores de educación, en la UNIVA, durante 17 años, por lo menos, hace un año era vice-rector, encargado de preparatoria. Él fue el elegido para tomar las riendas de la comunidad en la Parroquia de Jesús. La toma de posesión fue en agosto de 2006.
Los fieles han llegado a estimar mucho a su párroco, pues sucede que ya se acerca la fecha en que el padre Maurilio cumplirá sus 25 años de ordenado. Un grupo de fieles, a la cabeza, Martha Horta, han venido este domingo 11 de marzo a conocer el pueblo del Señor Cura, a saludar a sus familiares y a ponerse de acuerdo en algunas actividades para dicha celebración.
Lamenta el alcalde
Nomás una patrulla para todo San Diego
Por Georgina González Ontiveros
San Diego de Alejandría, Jal.- Pocos recursos, que se buscan mejorar, tiene la dirección de Seguridad Pública municipal de San Diego, mientras que, en contraste, se tienen que atacar problemas de drogadicción y alcoholismo, así como cazadores ilegales que vienen de otros estados.
Nomás una patrulla para todo San Diego
Por Georgina González Ontiveros
San Diego de Alejandría, Jal.- Pocos recursos, que se buscan mejorar, tiene la dirección de Seguridad Pública municipal de San Diego, mientras que, en contraste, se tienen que atacar problemas de drogadicción y alcoholismo, así como cazadores ilegales que vienen de otros estados.
El presidente municipal de San Diego, Sergio Delgado Echevarría, explicó que aunque el trabajo de este nuevo gobierno municipal se ha desarrollado sin sobresaltos, sí ha habido limitaciones en áreas como la policía municipal. Ahí, dijo el alcalde, "las patrullas de seguridad pública están en muy mal estado, tenemos 4 unidades y prácticamente una es la que nos está funcionando bien, las demás salen y entran del taller".
Sobre problemas en cuanto a seguridad pública, explicó el presidente municipal, hay casos de drogadicción y alcoholismo entre los jóvenes, "pero creo que son controlables, necesitamos intervenir como autoridades para hacer campañas de difusión alrededor de las escuelas, espacios culturales, recreativos y deportivos", agregó.
También han tenido que lidiar con cazadores. "Vienen de Michoacán, sobre todo en el Cañón de Jalpa, cazan venados y huilotas", explicó, agregando que también han tenido que coordinarse con las corporaciones de municipios vecinos. "Tuvimos dos casos de robos de vehículos en el Bajío y los ladrones se detuvieron aquí en el municipio, ha habido mucha conmunicacion intermunicipal en seguridad pública, con Purísima, con Unión, Arandas y San Julián",dijo.
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