San Diego: Toda una vida consagrada a la Virgen de San Juan

Bodas de oro del canónigo Guadalupe Becerra Barajas

Por Oscar Maldonado Villalpando

Una vida rodeada de penas pero con una fe muy grande y una especial devoción a la Virgen de San Juan. El nació en La Barca, Jalisco el 28 de enero de 1931. Sus padres fueron don Narciso Becerra González y doña Catalina Barajas, el primero de Pegueros y ella del Carrasqueño, en la Barca.

Su padre murió a los cuarenta días, no lo alcanzó a conocer, fue el 11 de abril de 1931. Más penas ocurrieron, pues murieron tres hermanitas y un hermano. Sólo quedaron tres hombres y doña Catalina. J. Guadalupe fue el más chico. Un día antes de sus catorce años, era aprendiz de mecánico y le pasó por encima la llanta de una troca, quedó sin sentido, él refiere que hizo un trato con la Virgen, si vivía y no necesitaba médico ni hospital se iría al Seminario.

El 4 de noviembre de 1946 entró al Seminario de Guadalajara. En 1950, en primero de Filosofía estrenó el Seminario Mayor de Chapalita. Eran los años maravillosos de la transformación de Guadalajara, el Atlas fue campeón en 1951. J. Guadalupe fue elegido para ir a estudiar a Montezuma, para entonces había muerto otro de sus hermanos, ya solamente le quedaban su hermano mayor y su mamá. En 1954, en un accidente, murió el otro hermano, ya solamente su madre, pero a él no le avisaron. El Señor Arzobispo don José Garibi Rivera, lo invitó a regresar a México para ver por el bien de su madre. En ese viaje, para consuelo de ella también, le confirió las primeras órdenes en la Catedral de Guadalajara y se regresó a Estados Unidos.

Allá recibió el subdiaconado y el diaconado y el 6 de abril de 1957 fue constituido sacerdote para pagar así la deuda de la vida a la Virgen de San Juan. A su regreso fue destinado a Tepatitlán por cuatro meses. En 1958 estuvo en Jalostotitlán hasta 1963, que fue llamado para superior del Seminario Menor de Guadalajara, bajo las órdenes del recator don Jesús Becerra Fernández, de Tepatitlán.

En 1970 es nombrado párroco de San Miguel el Alto donde trabaja incansablemente en el orden espiritual y en las obras materiales, edifica un nuevo curato muy hermoso, todo de cantera. Participa como fundador de la escuela Preparatoria.

Tiene por esos años, cargos importantes, al nacer la nueva diócesis de San Juan. Se le encomienda procurar los recursos para atender la salud de los sacerdotes, obra con un alto grado de dificultad y la cumple satisfactoriamente durante muchos años. Doña Cata, su mamá venía con él, mas el 26 de febrero de 1984 pasa a mejor vida, y él se queda como el único sobreviviente de su familia.

Finalmente en 1995 es nombrado canónigo de la catedral de San Juan y desde entonces, al amparo de la Virgen de San Juan, está viviendo su ministerio y sirviendo a los fieles. Pagando aquella apuesta, cumpliendo la manda que, en el peligro de muerte, ofreció a la Santísima Virgen.

Este Jueves Santo el señor Obispo y el presbiterio han rendido un reconocimiento a este sacerdote en sus Bodas de Oro. El día 12 de abril, en la Catedral, celebrará su acción de gracias. El día 26 en San Miguel el Alto y el día 16 de mayo en La Barca, Jalisco.
"Gracias al Señor que me ha favorecido con este don sin merecerlo"
"Antes de formarte en el vientre te conocí; antes de que salieras del seno te consagré, te constituí profeta de las naciones" Jr. 1,5.

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